El peso mexicano opera alrededor de $19.90 spot, nivel muy similar al cierre del viernes pasado, todavía impulsado por el débil informe de empleo estadounidense que tranquilizó, por el momento, la especulación sobre que la Reserva Federal de EUA podría comenzar a endurecer su política monetaria más pronto a lo deseado.
El empleo es el indicador último que confirma la solidez de una economía, es por eso que le prestan mucha atención los mercados. Sin embargo, durante la semana podría regresar la volatilidad y especulación en los mercados financieros cuando se dé a conocer la inflación de abril en EUA (dato que podría superar el 3.5% anual y el 2.0% quitando bienes energéticos y agrícolas) y las negociaciones del presidente estadounidense Joe Biden con el congreso del país norteamericano para pactar un alza de impuestos a las grandes empresas de EUA.
También es noticia la disminución de los riesgos políticos en Reino Unido después del resultado de las elecciones escocesas, donde el partido independentista venció en los comicios, pero no alcanzó la mayoría absoluta, lo que aleja un referéndum sobre la independencia de la región. Así, por el resto del día, el tipo de cambio podría fluctuar entre los $19.85 y $20.02 (el euro entre $1.213 y $1.219).
Por su parte, las principales bolsas en el mundo opera con resultados mixtos, en espera de información relevante como lo será la tasa de inflación anual en EUA que se publicará este próximo miércoles 12 de mayo.
La economía norteamericana se recupera poco a poco, pero todavía sigue siendo pronto para decir adiós a la crisis desatada por la pandemia. Esa es la idea que el mercado pudo sacar del informe de empleo estadounidense de abril, mes durante el cual la economía estadounidense creó 266 mil puestos de trabajo, lejos del millón de nuevos empleos que esperaba el mercado. Esta cifra tuvo una repercusión inmediata en el dólar, el cual retrocedió de forma generalizada.
La razón es que disminuyen las apuestas de que la FED podría adelantar su retirada de estímulos monetarios, lo que favorece la búsqueda de activos de mayor riesgo.
En este sentido, será relevante la postura que tomen los mercados financieros ante la cifra de inflación estadounidense. La expectativa es un repunte interanual hasta el 3.6% en mayor medida por el efecto base frente al mismo mes de 2020, mientras el IPC subyacente, que excluye alimentos y energía, subiría hasta el 2.3%.
Es importante recordar, que la FED tiene previsto dejar que la inflación se ubique por encima del 2% durante unos meses, sin plantearse modificar ninguno de los principales parámetros de su política monetaria.
Sobre la subida de impuestos que impulsa la Administración Biden para las grandes empresas, el presidente se reunirá con los líderes del Congreso a mediados de semana para intentar impulsar sus planes de gasto, especialmente el dedicado a las infraestructuras. La negociación luce complicada, ya que incluso algunos congresistas demócratas se oponen a las subidas de impuestos planteadas.
En este sentido, Biden parece dispuesto a conformarse con subir el Impuesto Sobre Sociedades desde el 21% hasta el 25%; y no al 28%, como originalmente deseaba.
En Reino Unido, disminuye el riesgo político después del resultado de las elecciones escocesas de finales de la semana pasada. El Partido Nacional Escocés (SNP independentista) de Nicola Sturgeon ha vencido en los comicios, pero no ha logrado alcanzar la mayoría absoluta, lo que aleja un referéndum sobre la independencia de la región.
Con todo, Sturgeon ha afirmado que su partido buscará que se produzca una nueva votación sobre la base de un gobierno global proindependentista que espera formar con los Verdes. Sin embargo, para los mercados financieros, lo más importante es que es poco probable que esa decisión se produzca pronto.