Después de la confusión considerable de este jueves, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dejó claro que tenía la intención de aprobar los aranceles sobre el acero y el aluminio la próxima semana, un evento que ha sacudido a los mercados globales y que ha debilitado un poco al dólar estadounidense (USD) al igual que la resistencia en algunos pares de divisas (por ejemplo, frente al euro).
El proteccionismo en una economía global integrada es extremadamente destructivo, ahora más que nunca debido a cadenas de suministro largas y complicadas. En ese sentido, el riesgo generalizado en los mercados a partir de este anuncio no es una sorpresa. No obstante, es un poco menos claro cuáles son las implicaciones en las distintas divisas.
Lo que podemos afirmar es que esto es negativo para el billete verde, ya que interrumpe la narrativa "halcón de la Reserva Federal" (las tasas de los Estados Unidos bajaron más) y tal vez significaría menos interés en acumular reservas en dólares. Por otra parte, también podría significar que la escasez de dólares en el exterior empeora a largo plazo, y cuando el consumidor mundial comienza a amenazar el proteccionismo, no son exactamente buenas noticias para las economías productoras del mundo. Lo podemos explicar con otras palabras: Estados Unidos se está disparando en el pie, pero también dispara a todos los demás.
Por ahora, la debilidad del dólar estadounidense podría extenderse más frente al yen japonés (JPY) y el euro (EUR), y menos en otros pares, siempre y cuando los mercados mundiales estén en una situación de aversión al riesgo. Aquí hay un pensamiento: China mantiene su moneda artificialmente fuerte en este momento... ¿Podría un enfrentamiento comercial desencadenar un enfoque diferente?
Muchos señalan que si el movimiento se dirige a China, tiene poco impacto práctico, ya que Estados Unidos importa menos del 1% del acero desde China. En cambio, Canadá está mucho más impactado y su vulnerabilidad en esta situación es bastante clara ya que ha sido la moneda más débil del G10 de esta semana.
Se supone que los países podrán apelar las tarifas caso por caso. Si echamos un vistazo a los aranceles del pasado, el entonces presidente George W. Bush lanzó aranceles en 2002 que fueron retirados rápidamente en 2003 después de una extensa represalia de los socios comerciales.
En otro orden, los datos de inflación PCE de los Estados Unidos de ayer estuvieron en línea con las expectativas y se mantienen en un monótono 1,5%. Si bien los niveles actuales de inflación parecen estar bien anclados, hay que tener en cuenta que los precios de los alimentos se arriesgan a repuntar dramáticamente desde aquí si este fuerte repunte reciente en los cereales continúa golpeando las fuentes de inflación.
Tenga en cuenta también los miedos inflacionistas (y las coloridas metáforas sobre el dilema de política de la Reserva Federal) de la leyenda de las inversiones, Paul Tudor Jones, alguien que no escuchamos demasiado a menudo. El próximo dato relevante con implicaciones inflacionarias será el promedio de ganancias por hora de febrero de los Estados Unidos, que se publicará el próximo viernes después de la idea de que la impresionante cifra de enero y la revisión al alza de diciembre publicadas en febrero fueron los factores desencadenantes inmediatos que pusieron en marcha el gran evento de volatilidad.
La próxima semana estará muy concurrida, con el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Japón (BoJ, por sus siglas en inglés) el viernes, aunque las expectativas de endurecimiento de la política están lejos (y la decisión del Banco de la Reserva de Australia (RBA) del martes) y que estas reuniones no pueden conducir volatilidad notable. El Banco de Canadá (BoC, por sus siglas en inglés) se encuentra en un ciclo de subida de tasas, pero las tarifas comerciales retrasarán las expectativas de alzas futuras.
Gráfico semanal del cruce dólar estadounidense-yen japonés (USDJPY)
El par dólar-yen (USDJPY) cayó por la combinación ideal de rendimientos a la baja, ya que la aversión al riesgo reinó a raíz de los anuncios de aranceles de Trump. La fuerza de la divisa nipona podría continuar si estas condiciones persisten, y la siguiente zona de pivote principal a la baja se encuentra hacia 100,00.
Fuente: DIF Markets