Recién concluyó la participación virtual de Donald Trump en el Foro Económico Mundial de Davos.
No hubo grandes novedades respecto a lo que ya ha comentado en los últimos días desde su investidura el pasado 20 de enero.
Trump dijo que Estados Unidos sería la capital mundial de la inteligencia artificial y de los criptoactivos; sugirió a empresarios de todo el mundo a producir en el país norteamericano, si no enfrentarán aranceles; exigió que la OPEP redujera los precios del petróleo; dejó entrever que trabaja con los Demócratas para extender los recortes de impuestos y que busca reducir la tasa impositiva corporativa; prometió que las tasas de interés bajarían en todo el mundo; garantizará el suministro de energéticos a Europa; se reunirá pronto con Putin para concluir la guerra con Ucrania y realizar esfuerzos para una desnuclearización; considera que la relación comercial con China está en buenos términos, pero que es necesario que sea un comercio justo y; que hará lo que sea necesario para reducir el balance comercial de EUA (sobre este asunto hizo mención a México y Canadá)
El peso mexicano operó con altibajos durante su intervención, pero hacia el final borró las pérdidas iniciales, apreciándose por momentos a niveles alrededor de $20.35 spot. El simple hecho de no amenazar directamente a México con aranceles, incluso haciendo mención de que el déficit comercial de EUA con nuestro país está en niveles manejables, sigue contribuyendo al buen ánimo de la moneda mexicana.