El peso mexicano se deprecia hacia $20.80 spot, en la sesión en que las miradas están puestas en la Reserva Federal de EUA. El banco central estadounidense se enfrenta al reto de frenar el alza de las tasas de interés de bonos del tesoro de largo plazo en un contexto marcado por el repunte de las apuestas a una mayor inflación. Existe alto riesgo de que la FED y su presidente Powell decepcionen a los mercados financieros. Es probable que la autoridad monetaria indique a los mercados que no toleraría un aumento demasiado rápido y brusco en las tasas y que tiene toda la gama de herramientas a su disposición para contrarrestar el alza de las rentabilidades. Sin embargo, existen las dudas de que una declaración así sea suficiente para compensar parte de la presión en el mercado de bonos.
El mejor escenario para los inversionistas es que la FED anuncie alguna acción específica (operación Twist o control de la curva de tasas), algo que luce difícil de que se concrete. Por lo pronto, la tasa del bono del tesoro a 10 años espera a Powell en máximos de 13 meses (1.67%). La decisión de hoy de la FED definirá el comportamiento de la moneda mexicana por lo menos durante el próximo mes. Si la FED convence, el peso mexicano podría reaccionar de forma muy positiva, con margen para apreciarse por debajo de $20.50; por el contrario, una decepción presionaría a la moneda mexicana por arriba de $21.0. Así, por el resto del día, el tipo de cambio podría fluctuar en un amplio rango entre $20.45 y $21.10 spot (el euro entre $1.187 y $1.194).
Por su parte, las principales bolsas en el mundo retroceden atentas a la conclusión del encuentro de política de la FED.
Los mercados mundiales se han visto afectados en las últimas semanas por la caída de los bonos del Tesoro que hizo que las tasas de interés de largo plazo se disparara a un máximo de más de un año. La volatilidad avivó la especulación sobre qué podría hacer la FED para ayudar a reducir estos episodios de oleada de ventas en los mercados de bonos soberanos.
Actualmente la tasa del bono del tesoro de 10 años sube a niveles alrededor de 1.67%, una muestra más de que el encuentro de hoy de política monetaria que celebra la FED es una de sus reuniones más críticas en mucho tiempo.
En este sentido, los inversionistas estarán muy pendientes de lo que tenga que decir la FED especialmente sobre cuatro aspectos:
- Las nuevas previsiones económicas (se espera que las mejore tras aprobarse el plan de estímulo en EUA)
- Las nuevas proyecciones sobre la tasa de interés de fondeo
- Los comentarios sobre la inflación y la rentabilidad de los bonos del tesoro.
- Posible comentario sobre el índice de apalancamiento suplementario (el año pasado la FED flexibilizó las reglas de apalancamiento para los grandes bancos al eximir ciertas inversiones, en este caso los bonos del Tesoro o depósitos en la FED, de un cálculo clave de apalancamiento. Esta acción expira a fin de mes).
Además de la importancia sobre los comentarios con relación al mercado de bonos, un probable ajuste en las estimaciones sobre cuándo podría darse la primer alza de la tasa de interés de fondeo es el que mayor repercusiones podría tener por las implicaciones para todos los activos financieros. Existe la posibilidad de que una mayor cantidad de integrantes del Comité de Política monetaria cambien sus pronósticos para las primeras subidas de tasas a 2023 desde 2024, dadas las fuertes perspectivas de crecimiento económico en EUA. En cualquier caso, la senda de tasas seguirá siendo menos agresiva de lo que está descontando el mercado, que por momentos ha adelantado esta expectativa al 2022.
Powell tendrá que encontrar el equilibrio adecuado entre una evaluación más optimista de las perspectivas y su política asimétrica con las expectativas de inflación y la creación de empleo. Una tarea nada fácil en el escenario actual, que obligará a la FED y a su presidente a hilar muy fino para contentar a todos los actores del mercado
Además de la FED, la atención de los mercados sigue en los problemas con la vacuna de AstraZeneca (LON:AZN) en la Eurozona. La Agencia Europea del Medicamento (EMA) declaró ayer que no ve indicios de trombos por su uso. Seguimos considerando que la suspensión del uso de esta vacuna acabará siendo temporal y, con suerte, no afectará de forma significativa el proceso de vacunación y la recuperación económica de la región.
En materia económica, en EUA el mal clima de febrero también tuvo impactos negativos en el sector vivienda, provocando que los inicios de construcción cayeran 10.3% a 1.42 millones de casas, su nivel más bajo desde agosto pasado y por debajo del 1.56 millones pronosticado por el mercado. Por su parte, los permisos de construcción de casas también cayeron en 10.8% a 1.68 millones de permisos, pero este dato sugiere que la construcción de hogares podría reactivarse en los próximos meses.