La industria manufacturera de exportación está cerrando este año de manera dinámica y con previsiones de crecimiento positivas, sin embargo, el actual escenario de alzas en los costos de producción, las variaciones en el tipo de cambio y los cambios geopolíticos están impactando en el aumento en insumos, proveeduría y costos.
Ante este panorama, la manufactura de exportación espera cerrar el año con crecimiento ante la llegada de empresas (nearshoring), de la balanza comercial y la productividad.
En entrevista, Emilio Cadena, CEO de Prodensa, hace un balance del 2024 y comparte sus previsiones para el año que inicia.
¿Cómo consideras que cierra 2024 y cómo prevés el escenario en 2025?
Vamos a terminar un 5%, 6% por arriba de las exportaciones, con un crecimiento en la balanza comercial, en la productividad. Creo que son muy buenos números. Hay que estar conscientes que, en materia de manufactura de exportación, estamos viviendo lo que yo marcaría como el final de la era de la globalización. Para mí el 2024 es como el final de la era de las cadenas de valor totalmente globalizadas y del offshoring como una tendencia que venía desde el 2000 aproximadamente. Este es un año importante en la historia de la manufactura de exportación y en la historia del mundo.
Las cadenas de valor tienen diferentes cosas que las mueven, y entre estas hay por lo menos cuatro patas que son muy importantes de esta definición, una es el tema del costo, otra es la sustentabilidad, también la geopolítica y la seguridad nacional. Estos cuatro pilares son los que van definiendo las cadenas de valor.
Recordemos que, en el año 2000, las cadenas de valor dispararon el crecimiento de China como un jugador importante a nivel global y creo que mucho de lo que vimos crecer de la industria IMMEX en México fue por esos años donde se fusionaron, el programa maquilador, el programa IMEX, el programa Pitex, etcétera.
Después, la sustentabilidad empezó a tener un efecto, sin embargo, con la llegada de la pandemia, la geopolítica y los riesgos de la cadena de valor empezaron a mandar y con ello el reacomodo de las cadenas de valor. Me remito a la enseñanza del profesor Roberto Durán del Tec de Monterrey, quien explicó muy bien que, tras el panorama postpandémico, el pilar más importante de las cadenas de valor eran los costos, pero ahora son los riesgos y las tensiones geopolíticas.
¿Qué tal se ve el panorama para los próximos tres años?
Si tú me preguntas por los siguientes tres años, van a ser el inicio de esta nueva era del reacomodo de cadenas de valor, donde China y Estados Unidos, y la forma en la que ellos manejen esta tensión global entre ellos, va a ser lo que va a definir cómo van a quedar acomodadas las cadenas de valor, pero no veo que vaya a haber una reversa, particularmente en Norteamérica. A lo mejor no es en una guerra comercial que algunos dicen que ya hay, no lo sé, no me considero el experto para definirlo. A lo mejor no es un conflicto mucho más agresivo entre China y Estados Unidos, pero es una competencia por como las dos grandes potencias mundiales van a trabajar durante los próximos 10, 15, 20 años para revertir un poco la dependencia que hubo de las cadenas de valor de Asia y traerlas hacia Estados Unidos, o hacia sus países aliados, y ahí es donde México juega un papel muy importante.
Me parece que esto va a ser la definición de los próximos tres años. Este nuevo reacomodo de las cadenas de valor, mandado por la atención geopolítica que lleva a los gobiernos a hacer política industrial como reacción a esos problemas geopolíticos.
¿Qué opinión te merece la política industrial de nuestro país en los últimos años?
En realidad, en los últimos 25 años no ha habido política industrial. La política industrial era escoger al mejor postor para reducir costos y para hacer la producción lo más competitiva posible. Hoy sí están haciendo política industrial. Hablar de qué se puede, qué no se puede, dónde pones tarifas, dónde incentivas. Me parece que por ahí va los próximos años.
Yo creo que la política industrial más exitosa de México es la creación del programa maquilador. Todo el nearshoring que tenemos el día de hoy, el gran éxito de la llegada de empresas de cadena de valor a México tuvo que ver con la idea de hacer el programa de maquiladora, que luego se convirtió en el programa IMMEX. Y lo digo porque tiene algunos factores que demuestran este caso de éxito. Una política pública hecha para generar empleo, y fue tan exitoso que se convirtió en el empleador número uno de todo el país.
Quedan algunos programas de fomento que vamos a ver dónde terminan, como los PROCEX y las reglas octavas, pero ha venido transitando de los beneficios que tienen las empresas.
Ha sido muy exitoso este sector exportador mexicano, particularmente las 3,500 empresas IMMEX certificadas. Son un lugar de muchísima productividad de México. Es un lugar donde la productividad ha subido 15% en dos años y eso no ha pasado en ningún otro sector en México. Quizá en algunos de los servicios, pero desde el punto de vista industrial, solo es la manufactura de exportación la que ha experimentado este aumento de productividad. Me parece que ese es el programa más importante de desarrollo de política industrial que se ha hecho en México.
Más allá del tema Estados Unidos, China, geopolítica, etc. ¿Qué riesgos ves a nivel interno?
Es muy buen punto el que haces. Este ha sido el éxito que hemos tenido hasta hoy en 2024, sin embargo, hay dos cosas que son importantes que no hemos hecho como país. La primera es el desarrollo de infraestructura. Hemos hecho un mal trabajo los últimos 12 años, porque si hubiéramos hecho el trabajo adecuadamente, tuviéramos ahorita mejor infraestructura. El hecho es que no la tenemos.
No le quiero quitar culpa a la administración del presidente López Obrador, pero me parece que esto viene desde antes. El desarrollo de la infraestructura, a pesar de esto hemos tenido éxito. Entonces, yo siempre digo, a México no hay que medirlo por si está teniendo éxito o no, hay que ver cuál es el costo de oportunidad que estamos dejando sobre la mesa. Infraestructura, tenemos mucho camino pendiente, tenemos un rezago espectacular.
Y la otra cosa es que no hemos logrado diseñar un programa de facilitación comercial de verdad para promover la inversión y la exportación. Tenemos reglas, pero también menos facilitación.
Si pudiéramos hacer esas dos cosas, pudiéramos dar un brinco muy importante en la llegada de empresas también y en el crecimiento.