Inicio de semana negativo por el peso mexicano, por momentos de la madrugada presionándose hacia $20.90, en una jornada marcada por el desplome de la lira turca (retroceso inicial de 15%) y cierta tranquilidad en el mercado de bonos en EUA. La volatilidad de la lira turca domina el ánimo de los inversionistas tras la sorpresiva destitución del gobernador del banco central por parte del presidente Reçep Tayyip Erdogan. El gobernador Naci Agbal, apenas ha durado cuatro meses en el cargo, y su despido se produjo el fin de semana, después de que subiera la tasa de fondeo en 200 puntos bases el jueves, el doble de lo previsto, algo que disgustó a Erdogan.
Sahap Kavcioglu, profesor de banca que ha expresado su apoyo a la idea de que las altas tasas de interés causan inflación, fue anunciado como el nuevo gobernador, generando dudas sobre la independencia de la autoridad monetaria. Este tipo de eventos provocan efectos contagios en la mayoría de los activos de economías emergentes, con la búsqueda de activos seguros, pero generalmente son temporales. Por su parte, el bono del tesoro de EUA a 10 años baja hacia 1.68%, en espera de un testimonio de Powell en el Congreso estadounidense (martes y miércoles), donde hablará de la respuesta monetaria a la pandemia de COVID-19. Así, actualmente el tipo de cambio se ubica alrededor de $20.70 y por el resto del día podría fluctuar entre los $20.50 y $20.85 spot (el euro entre $1.189 y $1.195).
Por su parte, las principales bolsas en el mundo operan con resultados mixtos, pero en la mayoría de los casos tendiendo hacia el terreno positivo, por el respiro registrado en la oleada de ventas de bonos.
La tasa de interés del bono del tesoro estadounidense a 10 años cae hasta el 1.68%, desde el 1.72% del viernes pasado. La expectativa es que las tasas de los bonos a largo plazo suban algo más en los próximos meses, pero en la mayoría de los casos ya ha alcanzado sus niveles pre-pandemia, por lo que, a partir de ahora, el ritmo de incremento de los rendimientos podría ser mucho más moderado.
El mercado de renta fija está atento al martes y miércoles, donde de forma virtual, el presidente de la FED, Jerome Powell, y la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, intervendrán ante el Congreso estadounidense para hablar de la respuesta dada a la pandemia tanto por el banco central como por el Gobierno.
Por otro lado, el presidente de Turquía, Tayyip Erdogan, destituyó sorpresivamente el fin de semana al gobernador del Banco Central, el exministro de Finanzas Naci Agbal tras sólo unos meses en el cargo y pocos días después de una fuerte subida de la tasa de interés de fondeo (de 17% a 19%).
Los mercados elogiaron la medida de subir la tasa de fondeo, tomada para combatir la inflación. El presidente Erdogan, sin embargo, siempre se ha opuesto a las tasas de interés altas. Suele considerarlas el "padre y madre de todos los males" y piensa, al contrario de las teorías económicas, que agravan la inflación. Agbal fue sustituido por Sahap Kavcioglu, un economista y exdiputado del partido gobernante, un nombramiento que preocupa a los inversionistas y plantea dudas sobre la futura independencia del banco central. El nuevo gobernador, afín al presidente, es partidario de acabar con las tasas de interés altas. El temor a que los acontecimientos en Turquía provoquen perturbaciones en otros mercados financieros ha apuntalado inicialmente al dólar frente a la mayoría de las divisas por su condición de moneda refugio.
Por su parte, los mercados siguen pendientes de la evolución de la vacunación una vez que se recupera la normalidad en cuanto al uso de la vacuna de AstraZeneca (LON:AZN). A lo anterior se suma que los resultados de un amplio ensayo realizado en EUA fueron mejores a los esperados, ya que han demostrado que la vacuna contra el coronavirus desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford tiene una eficacia del 79% en la prevención de la enfermedad sintomática y del 100% contra la enfermedad grave y la hospitalización. En Alemania, la canciller Angela Merkel y los primeros ministros de los estados federados se reúnen para debatir la posibilidad de aplicar medidas de bloqueo más estrictas tras el aumento de casos de Covid-19 (extender otras cuatro semanas las restricciones) y la lentitud en la aplicación de vacunas.