Las acciones de EEUU finalizaron la semana pasada con un fuerte avance luego de encontrar presión compradora en la zona de los 3.900 puntos, recuperando cerca de 140 puntos respecto al cierre del viernes pasado.
A fines de junio el principal índice accionario de EEUU entregó señales de compra luego de validar el soporte de largo plazo definido por la media móvil exponencial de 200 semanas en torno a los 3.650 puntos, gatillando un fuerte rally que llevó al S&500 a subir cerca de un 20%. Sin embargo, una fuertetoma de ganancias gatilló una corrección cercana al 10% en tres semanas, que ha sido aprovechada como un nuevo punto para aumentar la exposición en la bolsa americana bajo una apuesta de mediano plazo en busca de una recuperación de los máximos de 2021 en torno a los 4.800 puntos.
El índice de fuerza relativa en gráfico semanal sigue operando al alza sin señales claras de debilidad, por lo que el rebote iniciado en junio se mantiene intacto.