Según datos del Banco Central en Costa Rica (BCCR) durante 2015 la industria de la construcción creció un 4,5%, impulsada por una variación del 6% de la infraestructura con destino privado y de un 0,9% del sector público. Este repunte, junto con el consumo de los hogares, ayudó a atenuar los efectos negativos provocados por la salida de la planta de manufactura de Intel (O:INTC), así como del fenómeno de El Niño.
Dicho sector se vio beneficiado por un amplio acceso al crédito, así como una baja en el precio de los insumos utilizados, ya que la caída en los precios de las materias primas tiene una incidencia directa en la actividad.
En 2015 los precios de los metales a nivel mundial se desplomaron producto de una menor demanda china y también por la fortaleza del dólar estadounidense, que suele afectar a este tipo de “commodities”. Conforme con un índice de precios de metales de la revista The Economist, esos habían caído un 25% al 12 de enero, si los comparamos con la misma fecha del año anterior.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), los costos de los principales insumos para la construcción de edificios y viviendas bajaron un 3,2%, en términos interanuales, a noviembre de 2015. Productos básicos como aceros u hojalatería cayeron un 11,5% y 5,8%, respectivamente. De igual forma, costos relacionados con movimiento y excavación de tierras se desaceleraron en 2015.
Para 2016 el Banco Central anticipa una desaceleración en el sector, a medida en que varios proyectos públicos se concluyen y otros reducen su “grado de ejecución”; no obstante, el beneficio de insumos para la producción debería de experimentar pocos cambios, tomando en cuenta que esperamos que la recuperación en los precios de los metales sea muy modesta durante este año.