El desplome en los mercados bursátiles, que comenzó a fines del año pasado, se ha profundizado mientras los bancos enfrentan las implicancias de tasas de interés negativas en partes de Europa y Japón y la reducción de la curva de rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos.
Las tasas de interés negativas sobre depósitos de bancos centrales y de rendimientos de bonos gubernamentales minan la capacidad tradicional de los bancos a lucrar a partir de la diferencia entre costos del crédito y los retornos de los préstamos.
Bajo esa modalidad, los bancos deben pagar por colocar dinero en bancos centrales o comprar bonos gubernamentales de bajo rendimiento, al tiempo que siguen pagando tasas de depósitos a clientes para que no retiren su dinero.
Aunque la Reserva Federal ha evitado introducir tasas negativas sobre sus reservas, la presidenta de la entidad, Janet Yellen, dijo el jueves en un testimonio ante legisladores que la Fed considerará tasas de interés negativas si fuera necesario.
Caída del sector energético
Mayores niveles de producción de crudo en Estados Unidos gracias a la tecnología de fracturación hidráulica, junto a una sobreproducción de Arabia Saudita, contribuyeron a crear una sobreoferta global, lo que provocó una fuerte caída en los precios de los hidrocarburos y de otras materias primas desde inicios del año pasado.
El desplome de los precios del crudo, actualmente en 27 dólares por barril -mínimos en 13 años-, provocó fuertes contracciones en las economías de países productores y elevó los rendimientos de deuda corporativa, lo que llevó a defaults en el sector energético.
Decisión de la Fed
Los mercados ya no esperan que la Reserva Federal siga adelante con el ritmo de alzas de tasas planeado originalmente.
Los mercados de futuros de las tasas de los fondos federales muestran que los operadores no esperan que la Fed suba los tipos hasta febrero de 2017. En algún momento del jueves, hasta veían la posibilidad de un recorte este año e inversores dijeron que parte del alza en los precios del oro fue por esa posibilidad.
Los movimientos de los futuros de las tasas estuvieron acompañados de una caída del diferencial entre los bonos a corto y largo plazo del Tesoro de Estados Unidos, que llegó a su nivel mínimo desde diciembre de 2007. El hecho de que el diferencial se aplane ha precedido a una recesión en el pasado.
La baja en el diferencial muestra que los inversores están menos confiados en el crecimiento económico.
El índice S&P 500 ha caído aproximadamente un 10,3 por ciento en lo que va del año, mientras que el Nasdaq Composite se ha desplomado más de un 15 por ciento en este mismo periodo.
Gráfico S&P 500 (cierres mensuales)