Los mercados están a la espera del discurso que dará este viernes Janet Yellen, en el marco de la reunión anual de banqueros centrales. En días recientes, declaraciones de otros miembros de la FED han dejado ver positivismo sobre la evolución de la economía, creciendo la expectativa del mercado en torno a un posible aumento en las tasas en el mes de setiembre, contrario al tono más pasivo percibido en las minutas de la FED del mes de julio.
El ente ha sido consecuente en reconocer que necesita más información de los datos, lo cual es punto de crítica de algunos analistas al considerar que la entidad debió ajustar las tasas en julio, momento en el que parecía que los datos se acercaban a sus objetivos y que percibía menos riesgos globales.
La FED mantiene interés en tres variables: control de la inflación de largo plazo en torno al 2%, alcanzar niveles de pleno empleo y un crecimiento económico alrededor del 2% en 2016. En meses recientes, principalmente el desempeño del mercado laboral y la solidez del crecimiento, han arrojado señales mixtas, que no le han permitido concluir a la entidad que efectivamente es momento de ajustar las tasas.
Actualmente, las tres tienen realidades distintas. Por un lado, la inflación medida a través del indicador PCE se encuentra en 1.6%, que sumado a un entorno global deflacionario, no genera preocupaciones adicionales. En cuanto al mercado laboral, si bien es cierto tiene dos meses con un comportamiento positivo, todos esperan los datos del mes de setiembre que podrían complementar o rebajar la visión positiva de este comportamiento.
Sin embargo, la mayor incógnita en este momento está sobre el crecimiento económico, pues el segundo trimestre mostró un crecimiento de 1.2% contra el 2.5% esperado. Hasta agosto, indicadores como las compras de bienes de capital de las empresas han recuperado terreno, pero contrarrestado con bajas en otros índices, de modo que aunque el panorama es más positivo, los datos revelan señales mixtas.
Este viernes, se espera que Janet Yellen arroje un mensaje más claro en torno a la próxima reunión de setiembre, si continúa con un mensaje positivo pero sin prisa, o si por el contrario, deja ver algo diferente que envíe señales de un ajuste en las tasas.