En 2013 las diferencias entre los miembros de los dos principales partidos políticos en Estados Unidos, los republicanos y los demócratas, generaron el cierre durante tres semanas de algunos servicios en ese país. En dicha ocasión, los republicanos se negaron a aprobar el presupuesto del gobierno, en aras de manifestarse en contra del programa de salud implementado por Barack Obama, conocido como Obamacare.
A pesar de que el cierre tuvo en su momento un impacto sobre la economía, los mercados financieros y, principalmente, sobre la imagen de los republicanos; existe ahora, nuevamente, el riesgo de una repetición de ese evento.
¿Por qué?
Desde hace semanas un presupuesto fue enviado para fondear al gobierno estadounidense a partir del primero de octubre; no obstante, un grupo conservador dentro del partido republicano se opuso. Esta vez el problema no es con Obamacare, sino que, su intención es quitar el fondeo a la organización conocida como Planned Parenthood, grupo que provee servicios de salud reproductiva y el cual recientemente fue acusado por vender partes de fetos para investigaciones.
De esta forma, el grupo de legisladores conservadores parece estar dispuesto a cerrar de nuevo al gobierno, con el fin de defender su punto.
¿Sucederá de nuevo?
Hasta hace una semana, antes de la renuncia del líder republicano John Boehner, las posibilidades de un nuevo cierre eran altas, de hecho algunos analistas consideran que este riesgo fue uno de los evaluados en la reunión de la Reserva Federal y donde se decidió mantener las tasas sin cambios.
El grueso de republicanos no apoya la decisión de cerrar el gobierno, ya que lo ven contraproducente en un año preelectoral; sin embargo, John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes, debía buscar una solución que satisficiera a todos, lo que hacía el cierre más factible.
No obstante, su renuncia reduce su necesidad de complacer a todos los miembros de su partido. El republicano abandonará el cargo hasta el 30 de octubre próximo, por lo que, aunque parezca paradójico, podría usar el apoyo de los demócratas para pasar un presupuesto temporal que fondearía al gobierno hasta diciembre.
La ley para fondear al gobierno ya está en marcha y, pese a que puede encontrar algunos obstáculos en el senado, se espera que sea aprobado antes de las 12 media noche del miércoles, que es la fecha límite.