El mundo de las finanzas y la economía del comportamiento estará de fiesta hoy tras el nombramiento de Richard R. Thaler como merecedor del Premio Nobel de Economía, cerrando así con broche de oro la ronda de galardones de este año.
Proveniente de la Universidad de Rochester y catedrático en Chicago, Thaler es considerado como uno de los fundadores de las Finanzas Conductuales, la cual pone de relieve lo que pareciera ser tan sencillo pero tan difícil de medir; la irracionalidad de los individuos y el impacto de esta sobre los mercados. “Explorando las consecuencias de la racionalidad limitada, preferencias sociales y una falta de auto control, ha demostrado cómo es que estos rasgos humanos afectan, de manera sistemática, las decisiones individuales así como los resultados del mercado”; dijo la academia sobre el ganador.
Con una serie de contribuciones al respecto, encabezadas por el Best Seller, “Nudge” del cual es co-autor, el gran logro de esta rama de la economía y las finanzas ha sido el conjugar a la economía con un análisis sobre psicología en términos de la toma de decisiones de los agentes económicos; logro que hoy ha sido reconocido por la Academia Sueca de las Ciencias.
Cabe destacar que este no es el primer premio Nobel que el vínculo de la Economía y la Psicología colocan en su aparador, pues fue en 2002 cuando Daniel Kahneman obtuvo este preciado galardón con su libro “Think Fast and Slow”, obra maestra en cuanto al comportamiento intuitivo y racional de los individuos. Años más tarde sería el turno de Robert J. Shiller para ser uno de los tres en obtener el Nobel en Economía durante 2013, autor del libro “Exuberancia Irracional” cuyos trabajos sobre economía del comportamiento y más recientemente lo que ha denominado como “Narrative economics” han sido sin duda un parteaguas para la ciencia económica.
Aún cuando Kahneman fue el primer no economista en recibir el Nobel de Economía, el catedrático de Princeton en Psicología sin duda influyó fuertemente en la denominada economía conductual; y es que esa influencia ha contribuido de tal manera que hoy el Nobel en Economía apremia la labor de economistas como Richard Thaler.