( Ximena Celedón )
Dicho monto representó el 13% del sueldo promedio mensual recibido por el presidente de la compañía durante el ejercicio pasado.
Cuando las juntas ordinarias de las sociedades anónimas abiertas están en pleno desarrollo para dar cuenta de lo que fue el ejercicio 2015, bien vale revisar un aspecto clave del quehacer de las compañías, como son las remuneraciones.
De acuerdo a la información contenida en las memorias de las empresas, durante el año pasado la remuneración promedio mensual de las empresas que componen el índice IPSA de la Bolsa de Comercio -sin considerar bonos, dietas, ni participaciones- asciende a $1.311.113, lo que implica un aumento de 8,9% respecto a 2014. A su vez, dicho monto representa un 13% de lo que en promedio recibieron los presidentes del directorio de las empresas, que componen el referencial o visto de otra manera, el sueldo promedio mensual del presidente de la empresa el año pasado fue 7,75 veces lo que fue el promedio de sueldos de los trabajadores de las empresas. Es importante, eso sí, explicar que en dicho diferencial influye las distintas responsabilidades que existen entre uno y otro.
Destaca también que dicha brecha implica una baja respecto al ejercicio 2014, cuando alcanzaba a 8,1 veces.
A nivel de empresas, se tiene que dos empresas del grupo Luksic -Banco de Chile y Quiñenco- son las que destacan por las brechas más elevadas entre lo que recibe el presidente y el sueldo promedio del resto de los trabajadores.
Andrés Montero, socio de Intertrust Head Hunting, señala que no tiene duda alguna que dicha brecha se irá estrechando, especialmente si se considera lo que era la realidad de las empresas del país hace 10 años, cuando las dietas de las directores eran más elevadas que en la actualidad, especialmente en aquellas compañías en que el dueño era más gravitante.
Agrega que al final de cuentas se relaciona con el tema de la igualdad, por lo que en materia de remuneraciones el mercado así lo ha ido exigiendo.
Por el contrario, Rafael Rodríguez, presidente de Seminarium, dice que como tendencia de largo plazo las remuneraciones de los directores de empresas irán al alza. “No tanto por las remuneraciones de los directorios que hoy pagan más, sino que por los directorios que hoy pagan menos”, precisa. Indica que se está produciendo “una nivelación hacia arriba que va a arrastrar el promedio, pero que será más focalizada en empresas que hoy remuneran relativamente más bajo a sus directores”.
A nivel ejecutivo, Rodríguez señala que las compensaciones se estancarían en función de los resultados de las compañías. “La parte fija, que fluctúa entre 65%-80% de la remuneración, subirá parecido al IPC y el variable se reducirá, ya que eso va muy en función de los resultados de las compañías, los que por lo menos el año pasado demostraron que fueron más bajos que en 2014. Por el lado de los bonos, se va a contraer”, explicó el ejecutivo.
¿Y qué podría esperarse para las áreas más operativas de las empresas? Rodríguez indica que ahí la fuerza estará dada por los convenios colectivos que surjan, “porque habitualmente las empresas del IPSA tienen sindicatos y en el peor de los casos tienen grupos negociadores. Ahí podrían subir sobre el IPC, porque en general los últimos cierres han determinado un crecimiento sobre éste”.