Las autoridades brasileñas están a punto de poner fin a las actividades ilegales de extracción de oro en la reserva yanomami, un vasto territorio indígena de la selva amazónica. Nilton Tubino, que supervisa los esfuerzos del gobierno, informó de avances significativos en la lucha contra la crisis que ha provocado enfermedades y desnutrición entre el pueblo yanomami.
Los yanomami, el mayor grupo indígena aislado de Sudamérica, han empezado a recuperar sus formas de vida tradicionales, incluidas la agricultura y la caza, desde la intervención. Las operaciones, que comenzaron en marzo, han sido llevadas a cabo por una combinación de fuerzas militares, agentes medioambientales y trabajadores sanitarios.
Este grupo de trabajo ha demolido campamentos mineros, destruido pistas de aterrizaje clandestinas e incautado grandes cantidades de gasóleo y equipos mineros. Las medidas de ejecución han incluido la dinamitación de 42 pistas de aterrizaje ilegales, la quema de 18 aeronaves, el hundimiento de 45 barcazas de dragado y el desmantelamiento de 90 antenas Starlink utilizadas por los mineros para comunicarse.
La intervención del gobierno ha permitido reducir el número de muertes por paludismo y controlar la desnutrición mediante la distribución de paquetes de alimentos. Se han reabierto puestos médicos avanzados, y hay planes para construir un hospital en la remota aldea de Surucucu, cerca de la frontera con Venezuela.
A pesar de los avances, Junior Hekurari, jefe del consejo de salud yanomami Condisi, señaló que la comunidad sigue sufriendo las consecuencias de la minería, incluidas las aguas contaminadas con mercurio que afectan a su suministro de alimentos y la creencia de que la contaminación ha dañado la fertilidad de la tierra.
El Presidente Luiz Inácio Lula da Silva lanzó la operación coercitiva en febrero de 2023 para expulsar a unos 25.000 mineros del oro de las tierras yanomami. La fase inicial logró expulsar al 80% de los mineros, pero algunos regresaron tras la retirada de los militares. Tubino reconoce que, aunque se desconoce el número exacto de mineros restantes, los esfuerzos de este año han disminuido sustancialmente su presencia y reducido a más de la mitad las zonas de prospección de oro.
Es necesario continuar los esfuerzos para interrumpir la cadena de suministro que sustenta a los mineros ilegales, desde las provisiones hasta el comercio de oro. Estas medidas pretenden erradicar las actividades mineras ilegales que han asolado la reserva yanomami y devolver la estabilidad a la región.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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