* Huelga no ha tenido gran impacto en exportación soja y derivados
* Gremio y empresas volverán a negociar el jueves
* Argentina es el principal proveedor de harina y aceite de soja
Por Maximiliano Rizzi
BUENOS AIRES, 21 mayo (Reuters) - La mayor plaza de soja de Argentina estaba prácticamente paralizada el jueves, por cuarto día consecutivo, con los compradores alejados para presionar al Gobierno a que ponga fin a una huelga de un sindicato de trabajadores de Rosario, el mayor polo agroexportador del país, dijeron operadores.
La mayoría de los procesadores y exportadores dejaron de comprar soja esta semana en la Bolsa de Comercio de Rosario mientras que la huelga de un sindicato de obreros aceiteros persiste por casi tres semanas.
El Gobierno actúa como mediador en la negociación salarial, pero no ha logrado acercar posiciones entre los trabajadores y las empresas en torno al reclamo de un aumento de sueldo de más del 40 por ciento.
La medida de fuerza ha tenido hasta ahora un impacto leve en los embarques del país sudamericano -el mayor exportador de harina y aceite de soja- ya que sólo afecta a plantas y puertos del sur de la zona de Rosario. La principal región exportadora está en el norte de ese área.
"El mensaje que baja informalmente desde las mesas comerciales de los exportadores es que las compras serán mínimas hasta que el Gobierno no tome reales cartas en el asunto de las huelgas aceiteras", dijo a Reuters un corredor de granos de Rosario que trata diariamente con firmas agroexportadoras.
La huelga afecta directamente a los gigantes Cargill CARG.UL y Dreyfus AKIRAU.UL , que tienen plantas procesadoras y terminales en los puertos de Alvear y Lagos, en el sur del polo agroindustrial de Rosario.
"Lo que pasa es que las demás empresas en solidaridad se suman (dejando de comprar soja). Es una forma de presionar", dijo otro operador de Rosario que pidió no revelar su identidad.
La huelga se da en pleno auge de la temporada ya que los agricultores argentinos están terminando la recolección de una cosecha récord de soja que, de acuerdo con la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, sería de 60 millones de toneladas. urn:newsml:reuters.com:*:nL1N0Y52DF
El lunes, obreros del gremio -junto a otros de una poderosa central sindical de la región- bloquearon durante todo el día el acceso de camiones de granos a San Lorenzo, un área exportadora clave, avivando temores a que el conflicto pueda agravarse. urn:newsml:reuters.com:*:nL1N0Y91XU
"Estamos dejando de comprar porque no podemos recibir todo lo que compramos", dijo a Reuters una fuente de una compañía del sector bajo condición de anonimato.
Argentina es el tercer mayor exportador de soja a nivel global.
CUESTIÓN DE NÚMEROS
Los líderes de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, que representa al 20 por ciento de los obreros aceiteros del país, se reunirán en la tarde del jueves para negociar con cámaras empresariales, con la mediación del Gobierno.
Según el gremio, seis reuniones previas terminaron sin acercarse a un acuerdo. El sindicato pide un incremento del 42 por ciento, muy por encima del 27 por ciento que consiguieron en promedio los principales gremios esta semana. urn:newsml:reuters.com:*:nL1N0YB0FC
"La disputa está fuera de control y ha derivado en la imposibilidad de concretar entregas de granos de productores en plena época de cosecha, generando enormes problemas logísticos, que disparan costos", dijo la Bolsa de Rosario en una nota en la que califica de "gravísimas" las consecuencias de la huelga.
La protesta ha afectado al menos a 30 barcos de granos -un número muy reducido- que están varados a la espera de que se normalice la situación, según datos de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas actualizados hasta el miércoles.
A esos problemas se sumó esta semana el encallamiento de un buque sobre la principal vía por la que salen las exportaciones agrícolas de Argentina, lo que bloqueaba el paso de al menos 48 barcos. urn:newsml:reuters.com:*:nL1N0YB189
Los conflictos laborales por demandas salariales son habituales en Argentina, donde un alto nivel de inflación corroe año a año el poder adquisitivo de los trabajadores.
Economistas privados calculan que la inflación en Argentina superó ampliamente el 30 por ciento en 2014, mientras que el ente estatal de estadísticas estimó que fue del 23,9 por ciento. (Reporte adicional de Mariano Galíndez en Rosario; Editado por Maximilian Heath)