LONDRES, 16 ago(Reuters) - No debería haber puestos de control fronterizos entre Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte después del Brexit, dijo Reino Unido en un intento de resolver una de las cuestiones más complejas en su salida de la Unión Europea.
Aproximadamente 30.000 personas cruzan todos los días la frontera de 500 kilómetros de largo sin pasar por controles de inmigración o aduanas, algo que pone difícil a los negociadores del Brexit encontrar la forma de endurecer los controles sin reavivar las tensiones de una región donde alrededor de 3.600 personas fueron asesinadas antes del acuerdo de paz de 1998.
El gobierno británico dijo en un documento previsto de ser publicado el miércoles que quería una frontera sin fisuras ni roces y sin "infraestructuras fronterizas físicas o puestos en la frontera", argumentando que los nuevos proyectos de aduana que propuso el martes permitirían la libre circulación de bienes.
La cuestión de la frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte es particularmente delicada debido a las décadas de violencia causadas por el debate de si Irlanda del Norte debería ser parte de Reino Unido o de Irlanda.
"Ambos lados necesitan demostrar flexibilidad e imaginación en cuanto al problema de fronteras con Irlanda del Norte", dijo una fuente del gobierno británico.
Reino Unido presentó dos opciones sobre aduanas a la UE el martes. La primera opción no incluiría ningún tipo de control de aduana, mientras que la segunda detalló unos controles de aduana "muy simples".
Sin embargo, la idea fue recibida con escepticismo entre algunos de los que pronto serán ex socios europeos de Reino Unido, con uno de los encargados de la UE tachando a la idea de la frontera invisible de ser una fantasía.
"Tenemos principios muy claros. En lo más alto de nuestra lista es acordar directamente que no habrá infraestructuras fronterizas físicas - lo que significaría un retorno a los puestos fronterizos del pasado y lo cual es completamente inaceptable para Reino Unido", dijo la fuente gubernamental británica.
La UE ha avisado repetidamente de que Reino Unido no puede esperar mantener los beneficios del mercado único europeo tras el Brexit, con el negociador jefe europeo Michel Barnier diciendo en julio que "un mercado sin fricción" con la UE no es posible.
Sin embargo, el gobierno británico también ha dicho que quiere mantener un acuerdo que permite la libre circulación entre Reino Unido e Irlanda para los ciudadanos británicos e irlandeses.