(Añade cita de Monsanto Argentina)
Por Maximiliano Rizzi
BUENOS AIRES, 19 mayo (Reuters) - Argentina dijo el martes que la mayoría de los agricultores locales deberán registrar sus semillas transgénicas de segunda generación para combatir el mercado ilegal, luego que el gigante Monsanto comenzó a revisar cargamentos para cobrar semillas de soja que no fueron pagadas.
La medida busca solucionar un conflicto que empezó en abril, cuando las firmas agroexportadoras comenzaron a revisar cargamentos de soja argentina -el principal cultivo del país- en los acopios y terminales portuarias para identificar granos de la tecnología Intacta de Monsanto obtenidos ilegalmente.
Los productores del país austral, que legalmente pueden usar semillas Intacta que provengan de su propia cosecha, rechazaron la práctica por considerarla ilegal, argumentando que ningún actor de la cadena comercial de la oleaginosa tiene derecho a tomar muestras de granos ni a retener mercadería. urn:newsml:reuters.com:*:nL2N0XC1TH
"El gobierno nacional emitirá un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que fijará que todos los pagos por derecho de propiedad deben realizarse en (el momento de la compra de) la semilla", dijo el Ministerio de Agricultura en un comunicado.
En tanto, una fuente del Ministerio de Agricultura dijo que un grupo reducido de agricultores de mayor escala del país -que es el tercer exportador mundial de soja- deberán pagar regalías, de acuerdo a una norma que será publicada en los próximos días y que, según la fuente, tiene el aval de Monsanto MON.N .
En Argentina, una ley ya permite la reproducción de semillas para uso propio de manera gratuita.
Sin embargo, los contratos firmados en el momento de comprar la simiente de Monsanto establecen que si los agricultores reproducen esas semillas deben pagar regalías nuevamente por el uso de la tecnología, en base a las hectáreas sembradas o la cosecha obtenida.
La fuente ministerial, que participó de las negociaciones, dijo que la nueva norma fue consensuada con Monsanto, que aceptó el sistema a cambio de que el Gobierno refuerce la fiscalización para evitar la venta ilegal de semillas Intacta.
"Salvo los muy pequeños, los agricultores tendrán que registrarse y decir cuánto se guardan de la cosecha de un año para usar al año siguiente. Ahí vas a saber cuánto es genuinamente de uso propio y cuánto no lo es", dijo la fuente.
Los productores de mayor escala deberán pagar un "canon tecnológico" por el uso de semillas de segunda generación, agregó.
"La idea es que Monsanto pueda cobrar por la tecnología que produce, porque nosotros queremos más tecnología, mejores semillas, más producción", afirmó.
No obstante, un ejecutivo de la filial local de Monsanto dijo que la firma no tenía conocimiento de los detalles de ninguna nueva norma, pero celebró que Argentina diera importancia a la biotecnología y a los derechos de propiedad.
"Celebramos que se haya reconocido que hay un problema con la comercialización ilegal", dijo a Reuters Fernando Giannoni, director de Asuntos Corporativos de Monsanto Argentina.
Según las entidades del sector, las inspecciones de cargamentos desde abril afectaron principalmente a los agricultores del norte de la nación, donde los productores comenzaron a usar semillas reproducidas en base a soja con tecnología Intacta adquirida el año pasado.
Los agricultores argentinos están finalizando la recolección de una cosecha récord de soja que alcanzaría los 60 millones de toneladas, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. (Editado por Javier López de Lérida/Nicolás Misculin)