Como mínimo, el llevar el euro digital a naciones que están fuera de la eurozona implicaría al menos ciertos acuerdos internacionales entre la Unión Europea y dichos países.
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- Puede que el euro digital vea problemas de adopción entre países fuera de la eurozona
- Estas naciones no están obligadas a utilizar el euro como moneda oficial
- Por ende, la Unión Europea debe establecer acuerdos con estos países
- El BCE continúa trabajando en el desarrollo de un euro digital
Posibles complicaciones regionales para el euro digital La advertencia vino a lugar en un informe emitido por la Unidad de Gobernanza Económica y Control de la UEM, en el cual se identifican algunos desafíos relacionados con el uso de un euro digital entre los estados miembros que no hacen parte de la eurozona. Entre estos destaca que la aceptación de dicha CBDC implicaría acuerdos internacionales entre la Unión Europea y estas naciones.
Al respecto, en el informe se lee:
Cualquier acuerdo entre el Banco Central Europeo (BCE) y un banco central nacional no perteneciente a la eurozona tendría que ir precedido de un acuerdo internacional entre la Unión Europea y el tercer país.Sobre esta consideración, el jefe de política de la Asociación Europea Blockchain, Erwin Voloder, comentó en una entrevista para el medio The Block que el señalamiento viene perfectamente a lugar, dado que al entender “una CBDC como ciclos de datos de circuito cerrado”, se necesitarían acuerdos de intercambios de información entre los países que la utilicen.
También agregó que hay otras consideraciones importantes, especialmente con el uso, las billeteras y la jurisdicción que se manejaría para un euro digital, cosas que al momento no son del todo claras.
Pese a esta aclaratoria, alegó en que es bastante probable que un euro digital llegue en los próximos años, ya que las naciones tienen la voluntad para intentar lograr acuerdos sobre su adopción y funcionamiento dentro de las economías locales.
El camino hacia un euro digital La precisión en el informe antes señalado viene a lugar en medio de los avances que está logrando el desarrollo de un euro digital, el cual los directivos del BCE aseguran “servirá como complemento para el efectivo, y brindará a los consumidores soluciones alternativas para pagos en toda Europa, las cuales se sumarán a las ya existentes en la actualidad”.
De lo que ya se sabe, en los planes está que el euro digital funcione mediante una billetera especialmente diseñada para dicho propósito, y que los pagos puedan hacerse de dispositivo a dispositivo, sin necesidad de conexión a Internet, incluso desde lugares que puedan suponer problemas para la conectividad móvil. También se espera que ofrezca un alto grado de privacidad y protección para los usuarios al tener que revelar menos datos personales que los implicados en transacciones con productos y servicios bancarios.
Sin embargo, críticos y analistas manifestaron su preocupación sobre los riesgos que implicaría la adopción de un euro digital, especialmente para los derechos económicos de los residentes. Tengamos presente que fue justamente la presidenta del BCE, Christine Lagarde, la que durante una conversación con quien creyó era el presidente de Ucrania, aceptó que una criptomoneda emitida por el banco central sería una herramienta de control, aunque solo lo harían para ciertos casos.
Por ende, la idea de una CBDC genera mucho temor y escepticismo entre los conocedores del tema, quienes citan el caso de China con el yuan digital como un ejemplo muy extremo de los controles que podría suponer para los usuarios.
Artículo de Angel Di Matteo / DiarioBitcoin
Imagen de Unsplash