Infosel, septiembre. 29.- El otorgamiento de crédito comercial en el país ganó fuerza durante agosto, luego de registrar tres frenos seguidos por las condiciones más restrictivas que impuso desde hace poco más de año y medio el Banco de México para detener el ascenso de la inflación.
La cartera crediticia que tiene la banca privada con individuos y empresas creció 6.2% el mes pasado con respecto a agosto de 2016, un mayor crecimiento que el registrado el mes previo y la primera vez que recupera dinamismo después de tres meses seguidos de desaceleración, informó Banco de México, en su reporte mensual sobre la actividad financiera.
La cartera crediticia no tenía un incremento tan modesto para un mes de agosto desde que subió 3.4% en el octavo mes de 2015 frente al año previo.
El crédito acumula más de siete años ininterrumpidos de expansión, o desde que la cartera crediticia descendió por última ocasión en febrero de 2010, cuando bajó 6.8% contra el mismo lapso de 2009.
Si se mira por el tipo de crédito otorgado, se observan reducciones en el ritmo de avance de la mayoría de los productos e incluso una caída en algunos.
El crédito comercial, uno de los principales elementos que ayudan a medir el desempeño del mercado interno del país, creció 2.6% el mes pasado frente a agosto de 2016, su incremento más modesto desde marzo de 2015, cuando avanzó igualmente 2.6%.
El financiamiento otorgado vía tarjetas, que es otro indicador relevante para el consumo doméstico, también perdió vigor al crecer 2% frente a agosto de 2016, su menor avance en 19 meses.
Este segmento es quizá uno de los que más rápido reaccionan al ciclo alcista del banco central, debido a que el incremento de la tasa de referencia de Banco de México repercute en los tipos de interés que los bancos cobran a sus clientes.
Por su parte, el crédito de nómina, que es aquel que se ofrece a los trabajadores que cobran su sueldo a través de una cuenta en una institución bancaria, disminuyó 2.1% con respecto a julio del año pasado, su tercera caída seguida desde 2014, cuando Banco de México inició el registro de esta información.
Otros créditos que desaceleraron fueron el de vivienda y el automotriz, que crecieron 2.7 y 13.9%, respectivamente.
La cartera crediticia que tiene la banca privada con individuos y empresas creció 6.2% el mes pasado con respecto a agosto de 2016, un mayor crecimiento que el registrado el mes previo y la primera vez que recupera dinamismo después de tres meses seguidos de desaceleración, informó Banco de México, en su reporte mensual sobre la actividad financiera.
La cartera crediticia no tenía un incremento tan modesto para un mes de agosto desde que subió 3.4% en el octavo mes de 2015 frente al año previo.
El crédito acumula más de siete años ininterrumpidos de expansión, o desde que la cartera crediticia descendió por última ocasión en febrero de 2010, cuando bajó 6.8% contra el mismo lapso de 2009.
Si se mira por el tipo de crédito otorgado, se observan reducciones en el ritmo de avance de la mayoría de los productos e incluso una caída en algunos.
El crédito comercial, uno de los principales elementos que ayudan a medir el desempeño del mercado interno del país, creció 2.6% el mes pasado frente a agosto de 2016, su incremento más modesto desde marzo de 2015, cuando avanzó igualmente 2.6%.
El financiamiento otorgado vía tarjetas, que es otro indicador relevante para el consumo doméstico, también perdió vigor al crecer 2% frente a agosto de 2016, su menor avance en 19 meses.
Este segmento es quizá uno de los que más rápido reaccionan al ciclo alcista del banco central, debido a que el incremento de la tasa de referencia de Banco de México repercute en los tipos de interés que los bancos cobran a sus clientes.
Por su parte, el crédito de nómina, que es aquel que se ofrece a los trabajadores que cobran su sueldo a través de una cuenta en una institución bancaria, disminuyó 2.1% con respecto a julio del año pasado, su tercera caída seguida desde 2014, cuando Banco de México inició el registro de esta información.
Otros créditos que desaceleraron fueron el de vivienda y el automotriz, que crecieron 2.7 y 13.9%, respectivamente.