Bitcoin ha dejado atrás una estructura bajista de largo plazo, marcando un momento clave en su trayectoria. Esta tendencia descendente había comenzado en marzo de 2024, cuando la criptomoneda alcanzaba sus máximos históricos previos. La ruptura de esta estructura no solo señala un cambio de tendencia, sino también la entrada en una nueva fase de fortaleza en el mercado, lo que ha llevado a Bitcoin a establecer nuevos máximos históricos en los 99,663 dólares.
En el mediano plazo, la criptomoneda ha mantenido una dinámica alcista sostenida, con tres semanas consecutivas de crecimiento. Esta racha positiva no solo refleja la confianza del mercado, sino también el poder del impulso comprador que ha llevado a Bitcoin a conquistar niveles nunca antes vistos.
Sin embargo, en el corto plazo, hemos observado una corrección que se extendió durante cuatro días consecutivos. A pesar de esta caída, el quinto día mostró signos de recuperación, impulsado por el soporte mensual situado en los 90,945 dólares. Este nivel ha actuado como un punto de rebote clave, demostrando la solidez del interés comprador en esa zona y sugiriendo que Bitcoin podría estar consolidándose antes de intentar un nuevo avance.
De cara al futuro, si la criptomoneda logra romper de manera sólida su máximo histórico actual, existe un potencial de crecimiento significativo. Proyectamos un recorrido al alza de aproximadamente un 8%, lo que situaría a Bitcoin en torno a los 108,000 dólares. Esta ruptura podría abrir las puertas a una nueva fase de expansión, ofreciendo oportunidades interesantes para los inversores que sigan de cerca estos movimientos.