por César Enrique Pérez Moreno
Infosel, junio. 13.- La economía de México no debería entrar en una fase de relajación monetaria por el clima de incertidumbre que vive el país por el futuro de la relación comercial con Estados Unidos, dijo Jonathan Heath, uno de los integrantes de la Junta de Gobierno de Banco de México, en entrevista con la agencia de noticias Bloomberg.
La economía mexicana sufrió una contracción en el primer trimestre del año y la inflación perdió fuerza en los últimos meses, lo que provocó que algunos comenzaran a especular sobre un posible recorte a las tasas de interés de referencia en México.
No obstante, la amenaza reciente de aranceles por parte del gobierno de Estados Unidos y la volatilidad que crea en los mercados financieros podría provocar una actitud de mayor cautela por parte de los integrantes del cuerpo colegiado responsable de dictar la política monetaria en el país.
"Tratar de iniciar un ciclo de relajación antes que todo lo que está pasando se clarifique, a la mitad de tantos riesgos e incertidumbres, sería contraproducente", dijo el subgobernador Heath, en la entrevista con Bloomberg. "Lo que necesitamos considerar es esta nueva amenaza, casi permanente, por parte de Trump, de que a pueda poner aranceles a partir de lo que crea. . .este peligro latente no es por 45 días, ni siquiera por el año y medio que Trump estará en campaña, más bien creo que es una posibilidad permanente mientras Trump esté en el poder".
Los mayores riesgos que enfrenta el país ya son incluso reconocidos por analistas del sector privado, quienes aparentemente ya no esperan un recorte a las tasas de interés en 2019.
De acuerdo con la encuesta más reciente de Citibanamex, la expectativa de los analistas de 21 grupos financieros y casas de bolsa retrasó la expectativa del próximo recorte de tipos de interés en el país, de noviembre de 2019 a enero de 2020, cuando el Instituto Central podría bajar un cuarto de punto porcentual la llamada tasa objetivo.
Las últimas tres ocasiones en que se reunió la junta de gobierno acordó, por unanimidad, mantener las tasas de interés de referencia en un nivel de 8.25%.