En septiembre, la actividad empresarial estadounidense se mantuvo estable, pero se registró un notable aumento de los precios de bienes y servicios, lo que supone la subida más rápida en seis meses y posiblemente indique un resurgimiento de las presiones inflacionistas.
Según S&P Global el lunes, el índice PMI compuesto de producción de EE.UU., que proporciona información sobre los sectores manufacturero y de servicios, mostró pocos cambios y se situó en 54,4 frente al 54,6 de agosto. Una cifra superior a 50 sugiere crecimiento en el sector privado.
Los datos de septiembre son coherentes con otros informes de este mes, como las ventas al por menor, que implican que la economía ha mantenido su sólida trayectoria de crecimiento en el tercer trimestre. A pesar de ello, las próximas elecciones presidenciales del 5 de noviembre arrojan incertidumbre sobre el ánimo empresarial.
El sector servicios ha mantenido un ritmo de expansión constante, mientras que el manufacturero ha experimentado un retroceso, alcanzando su nivel más bajo en 15 meses. En particular, los precios medios que las empresas cobran por sus bienes y servicios han subido al ritmo más rápido desde marzo, lo que supone el primer aumento de la inflación de los precios de venta en cuatro meses.
Las empresas se enfrentan a un aumento de los costes de los insumos, y el indicador de precios pagados de la encuesta alcanzó su nivel más alto en un año, con un 59,1, frente al 57,8 del mes anterior. El indicador de los precios cobrados también aumentó hasta 54,7 desde 52,9 en agosto, y el incremento de los costes se atribuye en gran medida a los aumentos salariales en el sector servicios.
Sin embargo, hay indicios de que la inflación puede estar remitiendo. El mercado laboral ha experimentado una ralentización este año, con una tasa de desempleo que supera el 4,0% desde el 3,4% de abril de 2023, lo que sugiere que podría dejar de suponer un riesgo significativo para la inflación.
El reciente informe "Libro Beige" de la Reserva Federal indicaba que, al disminuir la competencia por la contratación y la rotación de personal, las empresas se sienten menos obligadas a subir sueldos y salarios.
En respuesta al panorama económico, el banco central estadounidense bajó los tipos de interés en 50 puntos básicos la semana pasada, hasta un rango del 4,75%-5,00%, lo que supone el primer recorte de los costes de endeudamiento desde 2020. El presidente de la Fed, Jerome Powell, explicó que la medida estaba destinada a afirmar la dedicación de los responsables políticos a mantener una tasa de desempleo baja.
Chris Williamson, economista jefe de S&P Global Market Intelligence, comentó las condiciones económicas actuales, afirmando: "Los primeros indicadores de las encuestas de septiembre apuntan a una economía que sigue creciendo a un ritmo sólido." También señaló las señales de que la inflación vuelve a repuntar, lo que sugiere que la Reserva Federal no puede desviar totalmente su atención de la inflación, ya que su objetivo es apoyar el crecimiento económico en curso.
Reflejando aún más el entorno económico, la encuesta de S&P Global indicó un ligero descenso en los nuevos pedidos recibidos por las empresas privadas, con la medida cayendo a 52,4 desde 53,0 en agosto. El empleo en el sector privado aumentó, aunque se mantuvo en niveles modestos.
El índice PMI manufacturero cayó a su nivel más bajo en 15 meses (47,0 frente a 47,9 en agosto), desafiando las expectativas de los economistas de un aumento hasta 48,5. El índice PMI del sector servicios también experimentó un descenso. El PMI del sector servicios también experimentó un ligero descenso hasta 55,4 desde 55,7 en agosto, en línea con la lectura prevista de 55,2.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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