por Adrian Estañol Casáis
Infosel, abril. 6.- El supuesto plan económico del presidente Andrés Manuel López Obrador para superar los daños provocados en México por la pandemia de coronavirus covid-19, provocó un descontento generalizado entre analistas y agentes financieros, que esperaban una acción más contundente para enfrentar la peor crisis financiera en años.
Durante su mensaje, que había generado altas expectativas de apoyo fiscal e incremento del gasto, el presidente insistió en que su agenda de programas sociales, las acciones de austeridad y la creación de nuevas fuentes de trabajo serán suficientes para superar esta crisis que considera transitoria.
No obstante, hubo un amplio consenso entre especialistas de que lo anunciado no será suficiente para impedir una caída económica que rivalice con la baja de 5% observada en 2009, por la combinación de la crisis financiera global y de un choque similar al actual observado por el brote de una epidemia de influenza en México.
"El nuevo plan de Andrés Manuel López Obrador es el viejo plan", escribieron economistas de la institución financiera Bank of America (NYSE:BAC) Merrill Lynch (Bofa), el segundo banco más grande en Estados Unidos, sobre el intento del gobierno mexicano por amortiguar el impacto económico debido al cierre de actividades para disminuir el ritmo de propagación del coronavirus covid-19.
"De hecho, no anunció un nuevo plan económico y tampoco hizo un ajuste económico fuerte, lo que probablemente decepcionará a los dueños de empresas que esperan un apoyo decisivo", dijo Carlos Capistrán, economista en jefe para Canadá y México de Bofa, en un reporte "La falta de acción del gobierno terminará probablemente en una futura reducción de negocios".
Incluso, el economista de origen mexicano abrió la puerta a nuevos ajustes a la baja en el pronóstico para el desempeño de la economía nacional, que actualmente estiman con una caída de 8% anual, con lo que se posicionan entre los más pesimistas para esta variable.
El análisis de Capistrán coincide con las críticas hechas a López Obrador desde el sector privado, a quien le urgen tomar medidas contracíclicas para evitar el cierre de negocios y el despido de trabajadores.
Pese a esos llamados, López Obrador no cede y su plan se mantendrá alejado de este tipo de políticas, a las que califica como "neoporfiristas".
"Es un nuevo modelo, no podemos seguir con lo mismo porque sería, entre otras cosas, un absurdo", dijo el primer mandatario, de 66 años de edad. "El coronavirus lo que precipitó fue el derrumbe del modelo neoliberal en el mundo, eso ya no funciona, es otra realidad".
La insistencia de López Obrador de evitar medidas similares a las que usaron gobiernos antecesores para enfrentar emergencias económicas no es del todo bien vista por especialistas, que estiman México podría adentrarse en un periodo de enfriamiento prolongado por no tomar decisiones más contundentes en materia fiscal.
"Escuchamos a un Estado más preocupado por mantener una inflexible política de austeridad, proyectos de infraestructura que no abonarán al rescate económico ni a la recuperación de mediano plazo, y una mal entendida responsabilidad fiscal", dijeron especialistas del Instituto Mexicano para la Competitividad, o IMCO, en un análisis sobre el plan de reactivación económica.
Para IMCO, el presidente debería considerar un ingreso básico solidario para trabajadores informales; enviar transferencias directas a todos los padrones de programas sociales federales y estatales, así como a trabajadores; suspender temporalmente los proyectos de inversión que no generen beneficios sociales en el corto plazo, y contratar deuda y usar las líneas de crédito disponibles del Fondo Monetario Internacional por 60 mil millones de dólares.
En caso de que no se presenten medidas adicionales o contracíclicas, la actividad económica podría tardar más tiempo en recuperarse, de acuerdo con analistas.
"La parte más atemorizadora es que tal vez cuando el presidente finalmente comience a ver el daño, sea demasiado tarde", escribieron los analistas de Casa de Bolsa Finamex, en un reporte.
El consenso de economistas privados consultados por el Banco de México anticipó que el producto interno bruto registrará una contracción de 3.5% para 2020 y una recuperación a tasa anual de 1.7% en 2021, aunque por ahora los riesgos parecen inclinarse a la baja.
"Esperamos una contracción de 8% este año y un rebote de 4.5% para el siguiente año. Pero ahora vemos riesgos claros a la baja para ambos, especialmente 2021, después del anuncio" de López Obrador, agregó Capistrán, de Bofa. "Esta recuperación ahora está en riesgo".
Infosel, abril. 6.- El supuesto plan económico del presidente Andrés Manuel López Obrador para superar los daños provocados en México por la pandemia de coronavirus covid-19, provocó un descontento generalizado entre analistas y agentes financieros, que esperaban una acción más contundente para enfrentar la peor crisis financiera en años.
Durante su mensaje, que había generado altas expectativas de apoyo fiscal e incremento del gasto, el presidente insistió en que su agenda de programas sociales, las acciones de austeridad y la creación de nuevas fuentes de trabajo serán suficientes para superar esta crisis que considera transitoria.
No obstante, hubo un amplio consenso entre especialistas de que lo anunciado no será suficiente para impedir una caída económica que rivalice con la baja de 5% observada en 2009, por la combinación de la crisis financiera global y de un choque similar al actual observado por el brote de una epidemia de influenza en México.
"El nuevo plan de Andrés Manuel López Obrador es el viejo plan", escribieron economistas de la institución financiera Bank of America (NYSE:BAC) Merrill Lynch (Bofa), el segundo banco más grande en Estados Unidos, sobre el intento del gobierno mexicano por amortiguar el impacto económico debido al cierre de actividades para disminuir el ritmo de propagación del coronavirus covid-19.
"De hecho, no anunció un nuevo plan económico y tampoco hizo un ajuste económico fuerte, lo que probablemente decepcionará a los dueños de empresas que esperan un apoyo decisivo", dijo Carlos Capistrán, economista en jefe para Canadá y México de Bofa, en un reporte "La falta de acción del gobierno terminará probablemente en una futura reducción de negocios".
Incluso, el economista de origen mexicano abrió la puerta a nuevos ajustes a la baja en el pronóstico para el desempeño de la economía nacional, que actualmente estiman con una caída de 8% anual, con lo que se posicionan entre los más pesimistas para esta variable.
El análisis de Capistrán coincide con las críticas hechas a López Obrador desde el sector privado, a quien le urgen tomar medidas contracíclicas para evitar el cierre de negocios y el despido de trabajadores.
Pese a esos llamados, López Obrador no cede y su plan se mantendrá alejado de este tipo de políticas, a las que califica como "neoporfiristas".
"Es un nuevo modelo, no podemos seguir con lo mismo porque sería, entre otras cosas, un absurdo", dijo el primer mandatario, de 66 años de edad. "El coronavirus lo que precipitó fue el derrumbe del modelo neoliberal en el mundo, eso ya no funciona, es otra realidad".
La insistencia de López Obrador de evitar medidas similares a las que usaron gobiernos antecesores para enfrentar emergencias económicas no es del todo bien vista por especialistas, que estiman México podría adentrarse en un periodo de enfriamiento prolongado por no tomar decisiones más contundentes en materia fiscal.
"Escuchamos a un Estado más preocupado por mantener una inflexible política de austeridad, proyectos de infraestructura que no abonarán al rescate económico ni a la recuperación de mediano plazo, y una mal entendida responsabilidad fiscal", dijeron especialistas del Instituto Mexicano para la Competitividad, o IMCO, en un análisis sobre el plan de reactivación económica.
Para IMCO, el presidente debería considerar un ingreso básico solidario para trabajadores informales; enviar transferencias directas a todos los padrones de programas sociales federales y estatales, así como a trabajadores; suspender temporalmente los proyectos de inversión que no generen beneficios sociales en el corto plazo, y contratar deuda y usar las líneas de crédito disponibles del Fondo Monetario Internacional por 60 mil millones de dólares.
En caso de que no se presenten medidas adicionales o contracíclicas, la actividad económica podría tardar más tiempo en recuperarse, de acuerdo con analistas.
"La parte más atemorizadora es que tal vez cuando el presidente finalmente comience a ver el daño, sea demasiado tarde", escribieron los analistas de Casa de Bolsa Finamex, en un reporte.
El consenso de economistas privados consultados por el Banco de México anticipó que el producto interno bruto registrará una contracción de 3.5% para 2020 y una recuperación a tasa anual de 1.7% en 2021, aunque por ahora los riesgos parecen inclinarse a la baja.
"Esperamos una contracción de 8% este año y un rebote de 4.5% para el siguiente año. Pero ahora vemos riesgos claros a la baja para ambos, especialmente 2021, después del anuncio" de López Obrador, agregó Capistrán, de Bofa. "Esta recuperación ahora está en riesgo".