El primer lote de 10.000 vacunas contra la viruela africana llegará a África la próxima semana, lo que supone un paso importante en la lucha contra una nueva cepa peligrosa del virus. Funcionarios de salud pública y científicos han expresado su preocupación por el retraso en la llegada de las vacunas, lo que pone de manifiesto las desigualdades en la atención sanitaria mundial. A pesar de que las vacunas están disponibles en más de 70 países fuera de África, el continente sólo ha empezado a recibirlas ahora.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sido criticada por no iniciar antes el proceso para que los países pobres tengan acceso a grandes cantidades de la vacuna. El retraso se ha atribuido al tiempo que ha tardado la OMS en iniciar oficialmente el proceso necesario para que los organismos internacionales faciliten el acceso a las vacunas. Este proceso podría haberse iniciado hace años, según varios funcionarios y científicos.
Mpox, una infección potencialmente mortal, fue declarada emergencia sanitaria mundial por la OMS el 14 de agosto después de que la nueva cepa, conocida como clade Ib, empezara a propagarse desde la República Democrática del Congo a los países africanos vecinos. La lentitud de la respuesta en el despliegue de vacunas ha obligado a los gobiernos africanos y a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de África a solicitar donaciones de vacunas a los países ricos, un proceso plagado de dificultades y posibles colapsos si los donantes dan prioridad a sus propias poblaciones.
Las 10.000 vacunas que van camino de África, producidas por la danesa Bavarian Nordic y que cuestan 100 dólares la dosis, han sido donadas por Estados Unidos. La agencia sanitaria de la ONU ha declarado que flexibilizará algunos procedimientos para acelerar el acceso de los países pobres a las vacunas contra el mpox. Sin embargo, el elevado coste de las vacunas sigue siendo un obstáculo para muchas naciones de bajos ingresos.
En 2022, cuando una cepa diferente de viruela símica se propagó fuera de África, las vacunas se reutilizaron rápidamente, fueron aprobadas por los organismos reguladores y se administraron a grupos de alto riesgo en unos 70 países de ingresos altos y medios. Sólo en Estados Unidos se ha vacunado a 1,2 millones de personas. Sin embargo, en África no ha habido vacunas disponibles fuera de los ensayos clínicos, en parte porque se necesita la luz verde de la OMS antes de que los grupos sanitarios públicos puedan adquirirlas.
Los CDC de África calculan que pueden necesitarse 10 millones de dosis en todo el continente. La OMS sólo ha pedido recientemente a los fabricantes de vacunas que presenten la información necesaria para que las inyecciones de mpox reciban la licencia de emergencia, instando a los países a donar vacunas mientras tanto.
La OMS está trabajando en un plan de vacunación con las autoridades congoleñas y ha declarado que Gavi, la Alianza para las Vacunas, podría iniciar las negociaciones mientras finaliza su aprobación de emergencia. Gavi dispone de hasta 500 millones de dólares para gastar en vacunas contra el mpox y en logística.
A pesar de la próxima llegada de vacunas, el Congo, el país más afectado por el mpox, aún no ha solicitado formalmente el suministro de vacunas a Gavi y sólo recientemente ha aprobado las dos vacunas principales. La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) también ha donado 50.000 dosis al Congo, pero aún no se ha confirmado la fecha de llegada.
El primer envío de vacunas a África no está destinado al Congo, sino a Nigeria, tras años de conversaciones entre ambos gobiernos. Nigeria ha notificado 786 casos sospechosos este año, sin ninguna muerte.
La OMS se ha enfrentado a críticas por su lento proceso de aprobación de productos médicos, esencial para los países de renta baja que carecen de capacidad para evaluar nuevos productos. La agencia ha declarado que no disponía de datos suficientes para iniciar un proceso de aprobación durante la última emergencia de mpox en 2022, pero ha estado trabajando con los fabricantes desde entonces.
El mpox ha causado 99.000 casos confirmados y 208 muertes en todo el mundo desde 2022, aunque es probable que las cifras reales sean mayores debido a la falta de notificación. Las infecciones se han controlado en las regiones ricas mediante vacunas y cambios de comportamiento entre los grupos de alto riesgo. La nueva variante del clado Ib parece propagarse más fácilmente a través de diversos tipos de contacto estrecho.
Sigue habiendo dudas sobre la distribución y priorización de las vacunas, sobre todo porque la de Bavarian Nordic sólo está aprobada para adultos, mientras que la de KM Biologics, que puede administrarse a niños, es más compleja de administrar.
Los expertos en salud mundial sostienen que la OMS debería haberse centrado antes en mejorar el acceso a las vacunas, las pruebas y los tratamientos contra el mpox. Ayoade Alakija, copresidente de una asociación mundial por la salud, subrayó que la priorización de las enfermedades suele reflejar las actitudes mundiales hacia los principales afectados.
La OMS pide que se redoblen los esfuerzos para movilizar las donaciones de vacunas, reducir los precios y proporcionar apoyo para proteger a las personas en situación de riesgo durante el brote. Jean Kaseya, jefe del CDC de África, está trabajando para implicar a los fabricantes africanos de vacunas con el fin de aumentar el suministro y reducir los costes, aunque este esfuerzo requerirá tiempo.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.