Australia ha firmado un importante contrato por valor de 2.200 millones de dólares australianos (1.400 millones de dólares estadounidenses) con ASC, su fabricante estatal de submarinos, para un proyecto de cuatro años destinado a mejorar su flota de submarinos de clase Collins.
El contrato, anunciado hoy, tiene por objeto mantener el estatus de la flota como formidable fuerza de ataque y disuasión, según el Ministro de Industria de Defensa, Pat Conroy.
La inversión forma parte de un compromiso más amplio del Gobierno australiano, que oscila entre 4.000 y 5.000 millones de dólares australianos, para garantizar la capacidad operativa de estos submarinos hasta bien entrada la década de 2040. El contrato garantizará el empleo de más de 1.100 trabajadores cualificados del sector.
Estos trabajadores tendrán su base en Henderson (Australia Occidental) y Osborne (Australia Meridional), esta última también será un emplazamiento clave para la construcción de una nueva flota de submarinos de propulsión nuclear. Esta nueva flota es la pieza central del pacto AUKUS, un acuerdo de seguridad trilateral firmado en 2021 entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos.
Los trabajos de mantenimiento y modernización de los submarinos de la clase Collins tendrán lugar en Osborne, donde ASC colaborará con BAE Systems en la entrega de los futuros submarinos de propulsión nuclear.
El contrato actual garantiza que los submarinos de propulsión diésel-eléctrica existentes se mantengan en óptimas condiciones hasta que la nueva flota nuclear esté lista a finales de esta década.
El tipo de cambio en el momento del acuerdo era de 1 dólar por 1,5272 dólares australianos.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.