En Venezuela, el gobierno del presidente Nicolás Maduro ha logrado frenar las galopantes tasas de inflación del país, que anteriormente se habían disparado hasta un extremo 130.000%.
En el último año, la tasa de inflación anual se ha reducido a alrededor del 50%, un marcado contraste con la hiperinflación a la que se ha enfrentado la nación durante aproximadamente cuatro años. Esta mejora financiera es el resultado de las medidas del gobierno, que han incluido la restricción del crédito, el mantenimiento de un tipo de cambio estable y la reducción del gasto público.
A pesar de estos esfuerzos, los ciudadanos venezolanos siguen luchando contra el alto coste de la vida, expresando que sus salarios siguen siendo insuficientes para cubrir gastos esenciales como la alimentación. El descontento con la actual situación económica puede influir en las próximas elecciones del domingo, beneficiando potencialmente a Edmundo González, candidato de la coalición opositora. González ha prometido negociar acuerdos para aumentar los salarios y mantener los esfuerzos contra la inflación.
El presidente Maduro, en campaña para su reelección, destacó el éxito de las políticas de su administración, señalando una tasa de inflación intermensual del 1% en junio. Sin embargo, muchos venezolanos, como Oscar Reyes, jubilado, y Carmen Morales, administradora, sufren las consecuencias del aumento del coste de la vida: el gasto semanal en alimentos de Morales se ha duplicado, pasando de 75 a 150 dólares.
Los salarios del sector público no han experimentado un aumento desde 2022, aunque el gobierno ha aumentado las bonificaciones, que tienen un impacto fiscal menor. En el sector privado, donde el Observatorio Venezolano de Finanzas reporta salarios promedio de 231 dólares mensuales, los aumentos salariales también se han vuelto menos frecuentes.
El Gobierno de Maduro ha inyectado aproximadamente 2.240 millones de dólares en la economía para mantener el tipo de cambio del bolívar en 36,5 por dólar durante los últimos siete meses. Los analistas de Síntesis Financiera anticipan que un ajuste del tipo de cambio es inevitable, lo que podría conducir a futuros aumentos de precios.
Las restricciones crediticias del gobierno han llevado a los productores de alimentos básicos como el arroz y el maíz a realizar prácticas de venta a futuro. Los empresarios también han pedido revisiones de las políticas fiscales y tributarias para impulsar la producción y permitir salarios más altos, pero estas peticiones no han sido atendidas.
A medida que se acercan las elecciones, la reducción de la inflación no se ha traducido en una mejora tangible del nivel de vida de muchos venezolanos.
Reuters colaboró en la elaboración de este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.