China avanza en sus esfuerzos legislativos para introducir una ley de estabilidad financiera, destinada a salvaguardar el vasto sector financiero del país, valorado en 66 billones de dólares. La ley, que se encuentra en fase de revisión legislativa, prevé la creación de un fondo de garantía de la estabilidad financiera para ayudar a las instituciones financieras con problemas y prevenir los riesgos sistémicos.
Un componente clave de la ley propuesta es la creación de un fondo de garantía de estabilidad financiera, que pretende servir de red de seguridad financiera.
Este fondo estaría financiado principalmente por las instituciones financieras y también podría recibir apoyo del banco central a través de préstamos baratos, con la expectativa de que estos préstamos se devolverían con los ingresos generados por la resolución de las instituciones de riesgo.
El tamaño del fondo, aunque no se ha revelado oficialmente, se espera que recaude entre 120.000 y 180.000 millones de yuanes anuales, según los analistas de China Securities. Esto le permitiría hacer frente a crisis financieras importantes, abarcando las instituciones consideradas demasiado grandes para quebrar y las identificadas como de alto riesgo.
El proyecto de ley, que ha sido revisado dos veces por el Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional (APN) y se espera que sea aprobado tras una tercera revisión, representa la primera legislación integral de China dirigida a la prevención, resolución y eliminación de riesgos financieros en los sectores de banca, seguros, gestión de activos y valores.
Ya existían leyes específicas para cada sector, pero esta nueva legislación aborda una laguna crítica en el marco regulador, señala el bufete chino JunHe.
El banco central chino ha declarado anteriormente que el fondo de estabilidad financiera había recaudado inicialmente 64.600 millones de yuanes de las instituciones financieras en 2022. La creación de este fondo alinea a China con las prácticas internacionales de grandes economías como Estados Unidos y la Unión Europea, que cuentan con mecanismos similares.
La necesidad de este fondo se ve acentuada por los retos actuales del sistema financiero, como la crisis inmobiliaria, la lenta recuperación económica y la vulnerabilidad de los bancos pequeños y medianos. Además, la deuda de 9 billones de dólares de los vehículos de financiación de los gobiernos locales (LGFV) amenaza la estabilidad financiera debido a su significativo impacto en una serie de instituciones financieras.
El proyecto de ley también incluye medidas para mitigar el riesgo moral, exigiendo que las instituciones financieras con problemas y sus principales accionistas agoten todas las opciones de autorrescate y recuperación de la deuda antes de solicitar ayuda externa.
La nueva ley se considera un paso crucial en la mejora de la coordinación entre los distintos reguladores financieros y los participantes en el mercado para gestionar mejor los riesgos financieros sistémicos. Las revisiones de la ley, publicadas el lunes, proponen que un organismo central de dirección de la labor financiera supervise la toma de decisiones y la supervisión de las políticas de estabilidad y desarrollo financieros, y que los reguladores financieros y los gobiernos locales se encarguen de prevenir y desactivar los riesgos financieros.
La ley de estabilidad financiera forma parte de los esfuerzos más amplios de China por apuntalar la confianza en su sistema financiero, que actualmente se enfrenta a múltiples retos. Se prevé que la creación del fondo y la aplicación de la ley proporcionen una red de seguridad más sólida para el sector financiero.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.