Deutsche Bank ha actualizado sus previsiones para el índice S&P 500, aumentando el objetivo para finales de año a 5.750, frente a los 5.500 anteriores. Esta revisión refleja unas perspectivas positivas basadas en una combinación de factores, como el aumento de las recompras de acciones, los sólidos beneficios empresariales y las significativas entradas en el mercado, que son indicativos de un sólido apetito por el riesgo entre los inversores.
El 12 de septiembre, los estrategas del banco señalaron que prevén que el crecimiento de los beneficios del S&P 500 siga siendo fuerte, y continúe a un ritmo bajo de dos dígitos, lo que es típico en periodos ajenos a las recesiones económicas. El nuevo objetivo sugiere un aumento del 2,75% con respecto al valor de cierre del índice de 5.595,76 del jueves.
A esta visión optimista contribuyen la previsión de recortes de tipos en EE.UU. durante el año y el entusiasmo en torno al potencial de la tecnología de inteligencia artificial (IA), que han contribuido a elevar el índice. Otras casas de valores también han revisado al alza sus objetivos anuales, y algunas predicciones llegan hasta los 6.000 puntos para el cierre de fin de año del S&P 500.
Anteriormente, en mayo, Deutsche Bank había fijado el objetivo de cierre de año para el S&P 500 en 5.500, confiando en que los sólidos beneficios empresariales reforzarían las valoraciones de las acciones. La entidad ha observado que el retroceso de las acciones en agosto, desencadenado por la inquietud ante el debilitamiento del mercado laboral y la devaluación de los valores tecnológicos, parece haberse estabilizado, alineándose de nuevo con la trayectoria de crecimiento de los beneficios.
El banco también destacó que las cifras de nóminas de agosto mostraron un crecimiento constante, aliviando las preocupaciones sobre una posible desaceleración del mercado laboral. Según Binky Chadha, estratega jefe de renta variable estadounidense y global de Deutsche Bank, otros indicadores positivos para el mercado son el paso de la reducción de existencias a la reposición, el aumento del gasto de capital fuera del sector tecnológico, una recuperación más amplia del sector manufacturero y el aumento de la confianza de los consumidores.
De cara al futuro, los estrategas de Deutsche Bank esperan que las recompras de acciones aumenten hasta aproximadamente 1,2 billones de dólares el año que viene, al ritmo del crecimiento de los beneficios, lo que supone un aumento desde el nivel actual de alrededor de 1 billón de dólares. Las entradas de capital han sido notablemente fuertes en los últimos cuatro meses, desafiando los patrones estacionales típicos, lo que es un buen augurio para los futuros beneficios empresariales y la rentabilidad de la renta variable.
Por último, Deutsche Bank ha reiterado su previsión de beneficios por acción (BPA) para las empresas del S&P 500, manteniendo su proyección de 258 dólares para 2024 y aumentando a 285 dólares para 2025.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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