El Banco de Pagos Internacionales (BPI (ELI:BBPI)) ha emitido una advertencia sobre la posibilidad de que el aumento de los niveles de deuda pública perturbe los mercados financieros mundiales, especialmente en el contexto de una serie de importantes elecciones que tendrán lugar este año en todo el mundo. El BPI, al que a menudo se hace referencia como el banco central de los bancos centrales, reconoció que la economía mundial parece encaminarse hacia un "aterrizaje suave", escenario que anteriormente se había cuestionado cuando aumentaron los tipos de interés.
Según el Director General del BPI, Agustín Carstens, el clima económico actual está marcado por un nivel récord de deuda pública mundial y una serie de acontecimientos políticos que incluyen las próximas elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre, junto con las recientes elecciones en México y Sudáfrica, y las inminentes votaciones en Francia y Gran Bretaña. Carstens subrayó la importancia de que los responsables políticos actúen con cautela en estos momentos, ya que la combinación del envejecimiento de la población, el cambio climático, el gasto en defensa, las medidas de estímulo económico y el creciente proteccionismo podrían provocar inestabilidad en los mercados.
Carstens también se refirió a las recientes turbulencias financieras en Gran Bretaña a raíz de los planes presupuestarios introducidos por la entonces Primera Ministra Liz Truss, que amenazaron la estabilidad de algunos fondos de pensiones. Subrayó la necesidad de que los gobiernos frenen el crecimiento de la deuda pública y asuman la probabilidad de que los tipos de interés no vuelvan a los niveles ultrabajos de antes de la pandemia.
El informe del BPI elogiaba a los bancos centrales por su éxito en el control de la inflación, que había alcanzado máximos de varias décadas tras la pandemia de COVID-19 y se vio exacerbada por la invasión rusa de Ucrania en 2022. Carstens comparó los esfuerzos en curso para controlar la inflación con un tratamiento de antibióticos, subrayando la necesidad de persistencia en la política monetaria para evitar un resurgimiento de las presiones inflacionistas.
A pesar de los retos, el BPI no prevé un escenario "extremo" en el que la inflación repunte y los bancos centrales se vean obligados a subir más los tipos. Sin embargo, el informe desaconseja una reducción precipitada de los tipos de interés, advirtiendo que hacerlo podría reavivar la inflación y provocar una inversión de la política que podría resultar costosa. El mensaje del BPI a los gobiernos es claro: deben gestionar la deuda pública de forma responsable y prepararse para un futuro con tipos de interés potencialmente más altos para garantizar una base económica estable.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.