En un movimiento significativo, el gobierno chino y el banco central han introducido un importante paquete de estímulo, marcando el mayor esfuerzo de este tipo desde el inicio de la pandemia. Esta iniciativa provocó el martes un aumento de la confianza de los inversores, como demuestra la subida del 4,2% del índice compuesto de Shanghai, la mayor en un solo día desde julio de 2020. Además, el índice MSCI Asia ex-Japan alcanzó niveles no vistos desde abril de 2022, y el índice MSCI de divisas de mercados emergentes marcó un nuevo máximo.
Este impulso monetario y de liquidez ha suscitado un debate sobre si la mejora del mercado a corto plazo puede traducirse en una recuperación económica sostenida. Los economistas de Barclays describen el estímulo como "cañones más grandes, pero todavía sin bazuca", indicando que, aunque impactantes, pueden ser necesarias medidas más agresivas. También anticipan posibles nuevas medidas del banco central, como recortes de los tipos de interés y de las reservas obligatorias en los próximos meses.
Los analistas han revisado al alza sus previsiones de crecimiento del PIB de China para 2024, acercándose al objetivo del 5% fijado por el Gobierno. A pesar de ello, existe consenso sobre la necesidad de un estímulo fiscal sustancial para lograr un cambio positivo duradero en las perspectivas económicas.
La reacción positiva del mercado no se limita al estímulo, ya que el yuan también alcanzó el martes un máximo de 16 meses frente al dólar, acercándose al significativo nivel de 7,00 por dólar. La apreciación del 3,5% del yuan en dos meses es especialmente notable, dado el control habitualmente estricto de la divisa.
Es probable que el sentimiento de los mercados asiáticos en general también se vea favorecido por el nuevo máximo alcanzado el martes por el S&P 500 y la combinación de un dólar más débil y unos rendimientos del Tesoro más bajos. Los futuros bursátiles japoneses apuntan a una subida del 0,7% del índice Nikkei 225 en la apertura del miércoles.
Sin embargo, persiste la preocupación por el crecimiento mundial, con especial atención a la economía alemana, lo que podría moderar el sentimiento alcista en toda Asia.
Entre los datos económicos que se publicarán el miércoles figuran la inflación al consumo de Australia para agosto, que se prevé disminuya hasta el 2,7% desde el 3,5% de julio, la inflación de los precios al productor del sector servicios de Japón y las cifras de producción industrial de Taiwán. Además, se esperan los discursos del ministro de Finanzas de Corea del Sur, Choi Sang-mok, y del gobernador del banco central de Filipinas, Eli Remolona, que podrían influir aún más en los mercados asiáticos.
Reuters ha contribuido a este artículo.
Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.