Los operadores han mantenido una postura alcista sobre el euro, encaminándolo hacia una fuerte recuperación, mientras el Banco Central Europeo (BCE) muestra una actitud prudente tras insinuar una posible bajada de tipos en septiembre. Este optimismo en el euro ha eclipsado las recientes preocupaciones derivadas de los problemas políticos franceses.
El resurgimiento del euro se atribuye en parte a la señal del BCE de mayor preocupación por la volatilidad de la inflación, que ha contribuido a la subida de la moneda hasta máximos de casi cuatro meses. Este repunte se produce tras un periodo de inestabilidad provocado por la agitación política en el seno del gobierno francés en junio.
La decisión del BCE de mantener el tipo de depósito en el 3,75%, tras la bajada del 4% en junio -el primer recorte en cinco años-, ha desempeñado un papel importante en la evolución del euro. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, subrayó que el banco no está bloqueado en una senda de tipos fijos, lo que contrasta con la declaración del lunes del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en la que expresaba su confianza en la moderación de la inflación estadounidense.
Esta divergencia en las perspectivas de política monetaria ha favorecido la subida de más del 2% del euro frente al dólar este mes, lo que supone un cambio de tendencia frente al descenso del 1% registrado en junio. El jueves, el euro cotizaba en torno a los 1,093 dólares, ligeramente a la baja, pero en camino de registrar su mayor subida mensual desde noviembre.
Aunque el euro se ha tambaleado frente al franco suizo y la libra esterlina este mes, el estratega macroeconómico de Lombard Odier, Bill Papadakis, señaló que "los escenarios extremos en torno al riesgo político francés están remitiendo", y la confianza del mercado en que la Reserva Federal aplicará pronto recortes de tipos ha debilitado al dólar frente a la mayoría de las divisas.
Sin embargo, la trayectoria del euro no está exenta de posibles obstáculos. Los inversores mantienen la cautela ante el resultado de las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre, ya que los aranceles a la importación propuestos por el presidente Donald Trump podrían afectar negativamente a la economía de la eurozona, lo que podría provocar un repunte de la inflación y los tipos de interés en Estados Unidos y, en consecuencia, un fortalecimiento del dólar.
Amelie Derambure, gestora de carteras multiactivos de Amundi, espera que se reduzca el diferencial de tipos de interés entre la eurozona y Estados Unidos, lo que debería traducirse en una cierta depreciación del dólar. Sin embargo, la previsión de una victoria de Trump, considerada favorable para el dólar, podría limitar esta depreciación hasta después de las elecciones.
Los mercados monetarios han descontado más de dos recortes de tipos por parte de la Fed y algo menos de dos por parte del BCE para finales de año. El dólar, que ha dominado sobre la mayoría de sus rivales durante el último año, experimenta ahora una disminución de su apoyo a medida que aumenta la probabilidad de recortes de los tipos de interés. El índice que mide el dólar frente a las principales divisas ha caído un 2% en julio.
La recuperación del euro también refleja el alivio de las preocupaciones sobre la estabilidad de la eurozona, que aumentaron en junio cuando las elecciones parlamentarias anticipadas del presidente francés, Emmanuel Macron, arrojaron dudas sobre la estabilidad política de la región y pusieron en el punto de mira el importante déficit presupuestario de Francia.
David Zahn, responsable de renta fija europea de Franklin Templeton, anticipa que el BCE recortará los tipos en septiembre y de nuevo en el cuarto trimestre, pero espera un ritmo gradual en el ciclo de recorte de tipos.
La presidenta del BCE, Lagarde, expresó el jueves su preocupación por el crecimiento económico de la eurozona ante las posibles tensiones comerciales mundiales. Benjamin Melman, CIO de Edmond de Rothschild Asset Management, destacó que los aumentos arancelarios de Trump suponen un riesgo significativo para la economía de la eurozona, impulsada por las exportaciones.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.