por César Enrique Pérez Moreno
Infosel, septiembre. 24.- El gobierno de México redujo el estímulo fiscal que otorga a los precios de las gasolinas en el país, con lo que este alivio cayó a su segundo menor nivel desde que estrenó el mecanismo de control de fluctuaciones en los precios.
México entró a una fase de competencia en el mercado de venta de gasolinas a partir de la reforma constitucional que acabó con el monopolio estatal que tuvo durante casi ocho décadas, por lo que ahora los precios son determinados por las empresas con base en los costos que tienen para llevar el hidrocarburo a los consumidores.
No obstante, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ideó un esquema para evitar fuertes fluctuaciones de precio a raíz del fin de los mecanismos de control, mediante el cual acepta reducir el porcentaje de IEPS que cobra cuando los precios internacionales de los combustibles suben. Por el contrario, si los precios de referencia bajan, entonces el gobierno puede aumentar la carga fiscal que cobra a los consumidores finales.
Esta semana el gobierno sacrificará 34.71% del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que cobra por cada litro de gasolina de bajo octanaje, o el equivalente a 1.593 pesos por litro.
Así, el fisco del país recibirá 2.997 pesos de impuesto por cada litro de la gasolina que durante décadas se conoció como Magna, la más demandada por el mercado interno, en lugar de los 4.59 pesos que debería obtener.
En cuanto a la gasolina de alto octanaje, también conocida como Premium, el gobierno determinó un estímulo de 13.25% del IEPS o el equivalente a 0.514 pesos por litro. Con este cambio, las arcas del gobierno recibirán 3.366 pesos por cada litro vendido y no 3.88 pesos como marca la ley.
El sacrificio que hace el gobierno de recursos cayó así a su segundo menor nivel desde que inició con el mecanismo de estabilización de precios, en marzo de este año, cuando el estímulo al IEPS de la gasolina Magna era de 33.14% y el de la Premium fue de 9.33%.
Finalmente, en el caso del diésel, Hacienda y Crédito Público optó por reducir el alivio fiscal de 47.22% que cobró hace una semana a 41.65% en ésta, por lo que dejará de cobrar 2.099 pesos de impuesto por cada litro y no 5.04 pesos como marca la ley.