Hoy se celebra en Francia una segunda vuelta de las elecciones parlamentarias, que podría redefinir el panorama político del país. Se prevé que la ultraderechista Agrupación Nacional (RN) obtenga el mayor número de votos, aunque es poco probable que logre la mayoría. Este escenario plantea la perspectiva de un Parlamento indeciso, lo que socavaría significativamente la autoridad del presidente Emmanuel Macron.
El RN, liderado por Marine Le Pen, logró avances significativos en la ronda inicial de votaciones del pasado domingo, amenazando con establecer el primer gobierno de extrema derecha de Francia desde la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, los partidos de centro e izquierda se han unido desde entonces en un esfuerzo por impedir que el RN obtenga la mayoría en la Asamblea Nacional de 577 escaños. A pesar de estos esfuerzos, se espera que RN se convierta en una fuerza legislativa importante, aunque no alcance el umbral de 289 escaños necesario para una mayoría absoluta.
Los colegios electorales abrieron a las 8 de la mañana y cerrarán a las 6 de la tarde en las ciudades y pueblos más pequeños, y a las 8 de la tarde en las ciudades más grandes. Las proyecciones basadas en recuentos parciales de colegios electorales seleccionados estarán disponibles inmediatamente después del cierre de las urnas. El resultado final depende de si los votantes hacen caso a los llamamientos de las alianzas anti-RN para impedir que la extrema derecha ascienda al poder.
Raphael Glucksmann, miembro del Parlamento Europeo, expresó la gravedad de la situación la semana pasada, caracterizando la segunda vuelta como un referéndum sobre el posible control de la familia Le Pen sobre Francia. El ascenso de RN se produce en medio del descontento público con el presidente Macron, los desafíos económicos y los problemas de inmigración. Le Pen ha expresado su confianza en lograr la mayoría, lo que permitiría un fuerte giro a la derecha en la política francesa.
Si el RN no consigue la mayoría, aún está en condiciones de duplicar con creces sus 2022 escaños legislativos, lo que daría lugar a un parlamento fragmentado que podría complicar la gobernabilidad. Este resultado podría conducir a un bloqueo político hasta el final del mandato de Macron en 2027.
En caso de mayoría de RN, Macron se enfrentaría a una incómoda "cohabitación" con Jordan Bardella como primer ministro, lo que podría dar lugar a conflictos constitucionales y a la incertidumbre internacional sobre el liderazgo de Francia. Si la RN se queda corta y se niega a formar gobierno, Francia entraría en un territorio político inexplorado, en el que la formación de coaliciones resultaría difícil debido a las divergencias políticas entre los bloques.
Los mercados financieros franceses han reaccionado positivamente ante la posibilidad de que la RN no obtenga la mayoría, con una subida de las acciones bancarias y una caída del coste de la deuda francesa. Sin embargo, preocupa la financiación de los ambiciosos planes de gasto de RN. Además, un gobierno liderado por RN plantearía importantes cuestiones sobre la dirección de la Unión Europea, dado el importante papel de Francia en el bloque, aunque las leyes de la UE probablemente limitarían cualquier medida drástica en materia de inmigración.
Las políticas propuestas por RN incluyen reducir la inmigración, facilitar la expulsión de inmigrantes ilegales y endurecer las normas de reagrupación familiar. Aunque Le Pen niega ser antiislámica, sostiene que la inmigración es excesiva y supone una carga para el sistema de bienestar y los servicios públicos de Francia. Para muchos miembros de las comunidades inmigrantes y minoritarias de Francia, el ascenso de la RN es motivo de preocupación, pues temen repercusiones negativas, sobre todo para la comunidad musulmana.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.