El último informe sobre el índice de precios al consumo (IPC) ha indicado un moderado aumento de la inflación estadounidense en julio, lo que ha hecho crecer las expectativas de un recorte de los tipos de interés de la Reserva Federal en la próxima reunión de septiembre. El aumento anual de la inflación estadounidense se ha ralentizado por debajo del 3% por primera vez en casi tres años y medio, una desaceleración significativa que ha vuelto a poner en el punto de mira de los inversores la posibilidad de un recorte de tipos.
Los participantes en el mercado esperan ahora con impaciencia la decisión de la Reserva Federal en su reunión prevista para los días 17 y 18 de septiembre. El debate entre los inversores ha pasado de si se producirá un recorte de tipos a la magnitud de la reducción. Aunque el escenario más esperado es un recorte de 25 puntos básicos, algunos operadores contemplan una reducción de 50 puntos básicos, y la herramienta FedWatch de CME indica casi un 40% de probabilidades para el recorte mayor.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, tendrá la oportunidad de aclarar la postura del banco central sobre los tipos en el simposio anual de Jackson Hole, que se celebrará del 22 al 24 de agosto, lo que podría proporcionar más orientación a los mercados.
Tras el informe del IPC, el índice S&P 500 registró una subida del 0,4% el miércoles, lo que sugiere un alejamiento de la volatilidad que caracterizó el inicio de agosto. El índice se encuentra ahora a menos de un 4% de su máximo histórico alcanzado en julio. Por su parte, el índice de volatilidad Cboe se ha situado ligeramente por encima de 16, lo que supone un notable descenso desde el pico por encima de 65 registrado el 5 de agosto.
En el ámbito empresarial, Mars se dispone a adquirir el fabricante de aperitivos Kellanova por casi 36.000 millones de dólares, la mayor operación del año hasta la fecha. Este movimiento del miércoles se considera una señal de que vuelve la confianza al mercado.
Los debates sobre recortes de tipos no se limitan a EE.UU., ya que el banco central de Nueva Zelanda también ha reducido su tipo de referencia por primera vez desde marzo de 2020, con indicios de más recortes en los próximos meses.
De cara al futuro, se publicarán una serie de informes económicos que podrían influir en la dirección de los mercados. Entre ellos se incluyen los datos de producción industrial y ventas minoristas de China para julio, las cifras del PIB de Japón para el segundo trimestre, y el informe mensual de ventas minoristas de EE.UU. y los datos semanales de solicitudes de subsidio por desempleo, todos ellos publicados el jueves. Se espera que los próximos informes se examinen con lupa, especialmente a la luz de los débiles datos de empleo de principios de agosto, que suscitaron inquietud por una posible recesión.
Los mercados mundiales también están reaccionando a los acontecimientos políticos en Japón, donde los inversores están procesando la noticia de la dimisión prevista del Primer Ministro Fumio Kishida en septiembre. Mientras tanto, los sombríos informes han atenuado las expectativas sobre los resultados económicos de China en julio, y se esperan más datos que podrían proporcionar información adicional sobre la salud económica del país.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.