En mayo, Estados Unidos no registró cambios en las tasas de inflación, mientras que el gasto de los consumidores experimentó un aumento moderado. Según los datos publicados el viernes por la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio, el índice de precios del gasto en consumo personal (PCE), que mide las variaciones de precios de los bienes y servicios de consumo, registró una lectura plana tras una subida del 0,3% en abril.
En los últimos 12 meses, el índice de precios PCE registró un aumento del 2,6%, ligeramente por debajo del 2,7% de abril.
Este estancamiento de la inflación coincide con las expectativas de los economistas y se produce tras la serie de subidas de tipos de la Reserva Federal, que suman 525 puntos básicos desde 2022, destinadas a enfriar la demanda interna. A pesar de estos esfuerzos, las tasas de inflación siguen siendo superiores al objetivo del 2% de la Fed.
El índice de precios PCE subyacente, que excluye los alimentos y la energía debido a su volatilidad, registró un modesto aumento del 0,1% en mayo. Esta subida se produce tras el aumento revisado del 0,3% de abril, que inicialmente se había comunicado como un aumento del 0,2%. En términos interanuales, la inflación subyacente aumentó un 2,6% en mayo, el menor incremento desde marzo de 2021 y por debajo del 2,8% de abril.
La Reserva Federal ha mantenido su tipo de interés de referencia a un día entre el 5,25% y el 5,50% desde julio del año pasado. Aunque los responsables políticos han adoptado recientemente una postura más dura, los mercados financieros anticipan el inicio de una reducción de los tipos de interés ya en septiembre.
El gasto de los consumidores, que representa más de dos tercios de la actividad económica estadounidense, aumentó un 0,2% en mayo, tras un incremento del 0,1% en abril. Factores como la fatiga inflacionista, el encarecimiento de los empréstitos, la moderación del crecimiento salarial y la reducción del ahorro contribuyen a la contención del crecimiento del gasto.
En el primer trimestre del año se produjo una importante ralentización del gasto de los consumidores, que contribuyó a restringir el ritmo de crecimiento de la economía al 1,4% anualizado, lo que supone una desaceleración respecto a la tasa de crecimiento del 3,4% del último trimestre del año anterior. Las actuales estimaciones de crecimiento para el segundo trimestre se sitúan en su mayoría por debajo de una tasa del 2%.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.