Estados Unidos y China, tras un año de mejora de las relaciones bajo la presidencia de Joe Biden y el presidente Xi Jinping, podrían enfrentarse a nuevos retos con la presidencia anticipada de Donald Trump. Las dos naciones han entablado conversaciones formales sobre una variedad de temas críticos, pero existe la preocupación de que estos canales de comunicación, que han sido clave en la gestión de las tensiones, puedan estar en riesgo.
En el sector de la defensa, la mejora de las comunicaciones entre los ejércitos estadounidense y chino ha contribuido a mitigar las tensiones en puntos conflictivos regionales, especialmente en el mar de China Meridional y cerca de Taiwán. Esta mejora de las relaciones se deriva de los acuerdos alcanzados cuando los presidentes Xi y Biden se reunieron en noviembre de 2023. Los avances incluyen una reunión poco habitual entre el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, y el principal asesor militar de Xi, Zhang Youxia, así como las primeras conversaciones entre comandantes a nivel de teatro en septiembre.
Sin embargo, con el regreso de Trump a la Casa Blanca, existe incertidumbre sobre el futuro de estos lazos militares. Los analistas sugieren que el Mando Indo-Pacífico de EEUU podría mantener sus actuales niveles de despliegue, pero la imprevisibilidad del enfoque de Trump podría causar preocupación entre los líderes y mandos militares chinos.
Además, es probable que las conversaciones sobre el creciente programa de armas nucleares de China, que se habían dejado en suspenso, se sometan a escrutinio en los próximos meses. La administración Biden se ha mostrado ansiosa por avanzar, pero Pekín se ha mostrado reacia a entablar este tipo de conversaciones.
En cuanto a la cuestión del fentanilo, ha habido cooperación entre EE.UU. y China para acabar con el tráfico ilícito de sustancias químicas utilizadas para producir la droga. Después de que Xi y Biden acordaran reanudar los esfuerzos conjuntos el 23 de noviembre, China ha tomado medidas para reforzar los controles sobre sustancias químicas clave.
La diplomacia climática entre ambos países también ha sido significativa, contribuyendo a acuerdos globales como el Acuerdo de París y al consenso en la COP28 de Dubái. Sin embargo, la esperada retirada de Trump del Acuerdo de París podría poner fin a la cooperación bilateral en cuestiones climáticas, aunque podrían persistir las iniciativas subnacionales.
También se han mantenido conversaciones económicas, con grupos de trabajo que se reúnen periódicamente desde septiembre de 2023. En una reunión celebrada en Pekín en septiembre, funcionarios chinos expresaron su profunda preocupación por los aranceles, las restricciones a la inversión y las sanciones impuestas por Estados Unidos a Rusia.
Según Zhao Mingzhao, del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Fudan, el diálogo más amplio entre EE.UU. y China se ha considerado importante y productivo, pero existe una "preocupación legítima" por parte de Pekín de que estos diálogos puedan detenerse bajo una presidencia de Trump.
Reuters ha contribuido a este artículo.
Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.