Tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales, los inversores están considerando las implicaciones que tendría para los mercados financieros el posible dominio republicano en el gobierno de Estados Unidos. La perspectiva de una "barrida roja", en la que el GOP controle la Casa Blanca y el Congreso, se está teniendo en cuenta en las estrategias de mercado, ya que podría permitir a Trump avanzar en su agenda económica, que incluye recortes de impuestos que se cree que estimularán el crecimiento, pero también aumentarán los riesgos de inflación.
A medida que se cuentan los votos finales, los republicanos tienen una ligera ventaja en la carrera por la Cámara de Representantes, aunque los demócratas han logrado voltear dos escaños en Nueva York. Se espera que la respuesta del mercado a las políticas de Trump, especialmente beneficiosa para las pequeñas capitalizaciones, sea positiva, según JJ Kinahan, consejero delegado de IG North America y presidente del bróker online Tastytrade.
Ya se han observado ajustes en el mercado, con el índice Russell 2000 subiendo aproximadamente un 8% esta semana. Estos movimientos reflejan la recalibración de los inversores ante la previsión de un crecimiento más fuerte, la desregulación y la posibilidad de que la Reserva Federal evite fuertes recortes de tipos el próximo año debido a la preocupación por la inflación.
Las promesas de campaña de Trump incluían mantener los recortes de impuestos de 2017 y explorar reducciones adicionales de impuestos. Los estrategas de Goldman Sachs sugieren que si Trump rebaja el tipo del impuesto de sociedades nacional del 21% al 15%, las estimaciones de beneficios por acción del S&P 500 podrían aumentar en torno a un 4%. Los analistas de Deutsche Bank en ETR:DBKGn indican que elevarían su previsión de crecimiento de EE.UU. para 2025 al 2,5-2,75% desde el 2,2% con un barrido rojo, aunque rebajarían su previsión de crecimiento para 2026 debido a las incertidumbres anticipadas sobre la guerra comercial.
Un Gobierno controlado por el Partido Republicano también podría reforzar el dólar, que ya ha alcanzado máximos de cuatro meses frente a otras divisas tras las elecciones. Los estrategas de JP Morgan proyectan que el euro podría caer a entre 1,00 y 1,02 dólares, un descenso de aproximadamente el 6%, con una barrida roja, frente a una caída a 1,05 dólares con un Congreso dividido.
Históricamente, al mercado de valores le ha ido bien bajo un control gubernamental unificado. El índice S&P 500 ha registrado una subida media del 9,1% en esos años, frente a una rentabilidad media del 6,7% con un gobierno dividido. El índice subió un 26% este año y alcanzó los 6.000 puntos por primera vez el viernes.
No obstante, algunos inversores, como Paul Nolte, asesor patrimonial sénior y estratega de mercado de Murphy & Sylvest, advierten de que los estrechos márgenes en el Congreso podrían obstaculizar la implementación de los cambios fiscales y regulatorios de Trump, lo que sugiere que gran parte del impacto político anticipado ya podría reflejarse en los precios actuales de las acciones.
Reuters contribuyó a este artículo.
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