Los inversores asiáticos han comenzado septiembre con optimismo, animados por la perspectiva de un "aterrizaje suave" de la economía estadounidense y las expectativas de una Reserva Federal moderada. Se espera que este optimismo aumente el apetito por el riesgo y refuerce el atractivo de los activos de los mercados emergentes.
El descenso del dólar, unido a la caída de los rendimientos de los bonos estadounidenses y al repunte de la renta variable mundial, ha relajado considerablemente las condiciones financieras. Esto ha desencadenado un ciclo cada vez más alcista, alimentado además por los recientes datos que indican que el crecimiento estadounidense ha superado las previsiones, mientras que la inflación parece enfriarse. Estos acontecimientos se producen en un momento en que la Reserva Federal se prepara para iniciar su ciclo de relajación a finales de septiembre.
La temporada de resultados del segundo trimestre también ha contribuido a lo que muchos denominan un escenario de "Ricitos de oro". A pesar de los indicadores positivos, se recomienda cautela, ya que la volatilidad repentina de los mercados, como la experimentada el 5 de agosto, siempre puede resurgir.
La atención se ha centrado en China, donde los últimos datos "oficiales" del índice de gestores de compras (PMI) del sábado presentan un panorama menos optimista. La actividad manufacturera china ha alcanzado su nivel más bajo en seis meses, lo que supone el cuarto mes consecutivo de contracción. Los precios a puerta de fábrica han caído y los fabricantes luchan por conseguir pedidos. Aunque la actividad de los servicios ha aumentado, el crecimiento global de este sector sigue siendo mínimo.
El PMI compuesto de China ha caído a 50,1, su nivel más bajo desde diciembre de 2022, cuando se reabrió la economía del país, lo que sugiere un estancamiento. Se prevé que el próximo PMI manufacturero "no oficial", el índice PMI Caixin, muestre una ligera mejora hasta 50,0 desde 49,8, lo que indica una estabilización más que un crecimiento.
También se publicarán los PMI manufactureros de otros países asiáticos, como Japón, India, Australia y Corea del Sur, que proporcionarán más información sobre la salud económica de la región.
El yuan se ha fortalecido hasta alcanzar su nivel más alto frente al dólar estadounidense en 15 meses, impulsado por el aumento de la demanda empresarial y la previsión de recortes de tipos en Estados Unidos.
Se espera que la actividad del mercado sea moderada con los mercados estadounidenses cerrados el lunes por el Día del Trabajo, pero el entorno general del mercado sigue siendo favorable. Según los índices de Goldman Sachs, las condiciones financieras de los mercados emergentes son las más laxas en más de un año, mientras que las de Estados Unidos y el resto del mundo son las más favorables en más de dos años.
El rendimiento del Tesoro estadounidense a 10 años registró una caída de 20 puntos básicos en agosto, bajando por cuarto mes consecutivo. El S&P 500 ha subido por cuarto mes consecutivo, acercándose a su máximo histórico de julio, mientras que el índice MSCI World ha alcanzado un nuevo máximo. El índice MSCI Asia ex-Japan también ha registrado ganancias, subiendo por sexta vez en los últimos siete meses.
Los acontecimientos clave que podrían influir en los mercados asiáticos incluyen la publicación de los PMI manufactureros de China, Japón y otros países para agosto, los datos de inflación de Indonesia para agosto y los beneficios empresariales de Australia para el segundo trimestre.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.