El Presidente de Nigeria, Bola Tinubu, ha propuesto un gasto público adicional de 6,2 billones de nairas (unos 4.000 millones de dólares) para hacer frente a las carencias del presupuesto nacional de 2024. La petición, presentada hoy al Senado, tiene como objetivo financiar proyectos de infraestructuras, educación, sanidad e iniciativas de bienestar.
En medio de la grave crisis del coste de la vida que sufre el país, el Gobierno también se enfrenta a las demandas de los sindicatos de un nuevo salario mínimo. El Senado comenzó a deliberar sobre un proyecto de ley para aprobar la financiación adicional poco después de que la carta del Presidente fuera leída a los legisladores.
El aumento presupuestario propuesto se produce tras la aprobación en diciembre de un presupuesto de 28,77 billones de nairas para 2024, que supone el primer plan financiero de un año completo bajo la presidencia de Tinubu. Este gasto adicional se ajusta al "Plan Acelerado de Estabilización y Avance" (ASAP, por sus siglas en inglés), diseñado por el Ministerio de Finanzas en colaboración con líderes del sector privado y economistas, para abordar reformas relacionadas con el crecimiento.
En un esfuerzo por aumentar los ingresos, el Presidente Tinubu también ha sugerido aplicar un impuesto único sobre las ganancias en divisas de los bancos. Se espera que los fondos adicionales se asignen con 3,2 billones de nairas dedicados a infraestructuras críticas en toda Nigeria y 3 billones de nairas para gastos recurrentes.
La economía nigeriana ha experimentado un lento crecimiento, con un aumento aproximado del 3%, por debajo del objetivo de crecimiento anual del 6% fijado por el Presidente Tinubu cuando asumió el cargo el año pasado. En respuesta a la preocupación por la seguridad alimentaria y para apoyar sectores vitales como la energía, la sanidad y el bienestar social, el Presidente ha dado instrucciones a su equipo económico para que desarrolle un plan de estímulo de 2 billones de nairas.
Estas medidas económicas llegan tras las importantes reformas iniciadas por el presidente Tinubu, entre ellas la supresión de la subvención a la gasolina y la devaluación del nairas, que provocaron un repunte de los precios de la gasolina, los costes del transporte y una inflación que alcanzó su nivel más alto en 28 años. A pesar del consiguiente descontento público, el presidente ha mantenido su postura contraria a revertir las reformas.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.