Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense repuntaron a niveles no vistos desde agosto de 2007, ante las expectativas de que la Reserva Federal siga endureciendo la política monetaria y de un mercado laboral sólido.
El martes, el rendimiento a 10 años subió hasta un 4.785%, mientras que el rendimiento de los bonos a 30 años alcanzó 4.874%. Este aumento significativo de los rendimientos refleja la expectativa de los inversionistas de que la Reserva Federal prolongue el ajuste de la política monetaria en respuesta a las tasas de inflación sin precedentes y a la solidez del mercado laboral.
El banco central ha estado luchando contra una tasa de inflación sin precedentes que se sitúa en un máximo de 40 años. Desde marzo de 2022, ha subido las tasas de interés 11 veces, aunque se ha abstenido de hacerlo dos veces. Estas subidas de tasas han aumentado los temores de una posible recesión debido al elevado coste de los préstamos.
A pesar de ello, las proyecciones apuntan a que podrían producirse nuevas subidas de tasas en una de las dos reuniones que quedan por celebrarse en 2023, y se prevén menos recortes para el próximo año.
El mercado laboral también ha contribuido significativamente a esta evolución, ya que las ofertas de trabajo en agosto ascendieron a 9.61 millones.
El martes también se produjo un aumento notable en los rendimientos de otros bonos del Tesoro. El rendimiento a 30 años subió un 2.65% en un solo día, y el rendimiento de los bonos a 2 años también experimentó un repunte significativo. Este repunte de los rendimientos en varios vencimientos subraya la tendencia general al alza de los tipos de interés y la preocupación por la inflación en la economía estadounidense.
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