En Yakarta, un alto asesor del presidente electo de Indonesia, Prabowo Subianto, aclaró el sábado que no hay intención de elevar la deuda pública del país al 50% del producto interior bruto (PIB). Esta declaración se produjo como respuesta a un informe que afectó negativamente a la moneda indonesia y a los mercados de bonos.
Thomas Djiwandono, que encabeza las discusiones fiscales del equipo económico de Prabowo, subrayó que el presidente electo no ha propuesto ningún objetivo específico para los niveles de deuda y pretende cumplir con las restricciones legales existentes sobre métricas fiscales.
La aclaración se produce tras la agitación del mercado el viernes, cuando la rupia se debilitó hasta un 0,9% y los rendimientos de los bonos subieron, en parte debido a las preocupaciones fiscales provocadas por un informe de Bloomberg News. El informe sugería que Prabowo pretendía aumentar gradualmente el ratio deuda/PIB de Indonesia hasta el 50% durante su mandato de cinco años, desde su nivel actual por debajo del 40%.
"No estamos hablando en absoluto de un objetivo de deuda en relación con el PIB. No se trata de un plan político formal", declaró Thomas, sobrino de Prabowo, en respuesta a las inquietudes planteadas por el informe.
Prabowo, que asumirá el cargo en octubre, había manifestado anteriormente que Indonesia debería ser más proactiva en la adquisición de deuda para financiar iniciativas de desarrollo y alcanzar un objetivo de crecimiento económico del 8%. Sin embargo, se ha comprometido sistemáticamente a respetar los límites del déficit presupuestario.
El enfoque fiscal del presidente electo ha estado bajo la lupa de las agencias de calificación y los inversores, dados los ambiciosos programas que prometió durante su campaña electoral. Estos programas, si no se gestionan dentro de los límites de la prudencia fiscal, podrían perturbar el largo historial de Indonesia de gestión fiscal responsable.
Thomas detalló que las conversaciones en curso con el ministro de Finanzas, Sri Mulyani Indrawati, se han centrado en el aumento de los ingresos, la revisión de los gastos y la creación de margen presupuestario para iniciativas como ofrecer comidas gratuitas a los niños, sin salirse de los límites legales de las finanzas públicas. Aseguró además que el déficit presupuestario de 2025 se mantendría por debajo del umbral del 3% del PIB.
La disciplina fiscal de Indonesia tiene su origen en las políticas aplicadas tras la crisis financiera asiática de los años 90, que obligan a que el déficit presupuestario anual no supere el 3% del PIB y a que la deuda pública tenga un tope del 60%. Estas medidas han sido fundamentales para establecer la sólida situación fiscal de Indonesia y asegurar la calificación de grado de inversión de múltiples agencias.
A pesar de un repunte de la ratio de deuda bajo la administración del actual Presidente Joko Widodo, especialmente debido a los importantes gastos durante la pandemia de COVID-19, se han hecho esfuerzos para reducir los déficits anuales. En particular, el déficit presupuestario del año pasado fue del 1,65% del PIB, el más bajo de los últimos doce años.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.