Infosel, diciembre. 29.- El mercado de la venta de gasolina en México comenzó a dejar de ser lo mismo a partir de este año y quizá hasta el momento es la parte más visible --y positiva-- de la reforma energética que entró en vigor hace tres años.
Ahora, los conductores del país pueden comprar el combustible para sus autos en alguna de las gasolineras de por lo menos 30 marcas diferentes a Pemex, la empresa productiva del Estado que durante 77 años mantuvo el monopolio energético en el país.
"Antes de la reforma energética, teníamos varios problemas respecto al abasto, distribución y comercialización de gasolina", dijo Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, durante el debut de Exxon (NYSE:XOM) en el Bajío mexicano a inicio de mes. "Teníamos un suministrador único, un precio único, una sola calidad y una sola marca de expendios de gasolina".
Aunque en algunas zonas del país ya operaban marcas nacionales como Oxxo Gas, Hidrosina y Petro 7, fue hasta este año que comenzaron a dejar de pagar por tener los logotipos de Pemex, la única compañía que hasta el año pasado tenía permitido vender gasolina en México.
La británica BP (LON:BP), antes conocida como British Petroleum, fue la primera en traer su marca e instaló su primera estación de venta de combustible en el Estado de México. Le siguieron Chevron (NYSE:CVX), Gleencore --en asociación con el consorcio de gasolineros G500--, Gluf, Shell (LON:RDSb) y Exxon, este último de la mano de Grupo Orsan.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Energía, tras la apertura del mercado minorista de la venta de hidrocarburos, existen dos mil 178 gasolineras de una marca distinta a Pemex, algunas de ellas aún con los colores y logotipos de Pemex, 19% de las 11 mil 700 estaciones que existen en toda la República.
Además, analistas de Santard & Poor's estiman que en México podrían instalarse el doble de terminales de servicio de las que existen actualmente en el país, tomando en cuenta que si las gasolineras existentes se repartieran, el parque vehicular del país, les correspondería atender a más de tres mil 300 autos, el doble de los que atienden las gasolineras de Estados Unidos.
Las compañías que ahora venden sus combustibles en el país pueden establecer sus precios desde noviembre, además de que algunas consolidarán sus planes para además almacenar combustible, por lo que en 2018 el sector energético mexicano seguirá por el camino de la transformación.
Ahora, los conductores del país pueden comprar el combustible para sus autos en alguna de las gasolineras de por lo menos 30 marcas diferentes a Pemex, la empresa productiva del Estado que durante 77 años mantuvo el monopolio energético en el país.
"Antes de la reforma energética, teníamos varios problemas respecto al abasto, distribución y comercialización de gasolina", dijo Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, durante el debut de Exxon (NYSE:XOM) en el Bajío mexicano a inicio de mes. "Teníamos un suministrador único, un precio único, una sola calidad y una sola marca de expendios de gasolina".
Aunque en algunas zonas del país ya operaban marcas nacionales como Oxxo Gas, Hidrosina y Petro 7, fue hasta este año que comenzaron a dejar de pagar por tener los logotipos de Pemex, la única compañía que hasta el año pasado tenía permitido vender gasolina en México.
La británica BP (LON:BP), antes conocida como British Petroleum, fue la primera en traer su marca e instaló su primera estación de venta de combustible en el Estado de México. Le siguieron Chevron (NYSE:CVX), Gleencore --en asociación con el consorcio de gasolineros G500--, Gluf, Shell (LON:RDSb) y Exxon, este último de la mano de Grupo Orsan.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Energía, tras la apertura del mercado minorista de la venta de hidrocarburos, existen dos mil 178 gasolineras de una marca distinta a Pemex, algunas de ellas aún con los colores y logotipos de Pemex, 19% de las 11 mil 700 estaciones que existen en toda la República.
Además, analistas de Santard & Poor's estiman que en México podrían instalarse el doble de terminales de servicio de las que existen actualmente en el país, tomando en cuenta que si las gasolineras existentes se repartieran, el parque vehicular del país, les correspondería atender a más de tres mil 300 autos, el doble de los que atienden las gasolineras de Estados Unidos.
Las compañías que ahora venden sus combustibles en el país pueden establecer sus precios desde noviembre, además de que algunas consolidarán sus planes para además almacenar combustible, por lo que en 2018 el sector energético mexicano seguirá por el camino de la transformación.