México, 8 nov (EFE).- La iniciativa de reforma laboral en México que promueve el Gobierno de Felipe Calderón fue aprobada en su mayor parte por los diputados, por segunda ocasión, aunque cambiaron algunos artículos, por lo que el proyecto pasará de nuevo al Senado.
Con 361 votos a favor, 129 en contra y cero abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó en lo general el proyecto de reforma laboral, aunque modificaron parte del texto que había pasado por la Cámara alta en fechas previas.
Para avanzar en la controvertida reforma, los diputados determinaron que, en caso de nuevas modificaciones, los senadores puedan enviar al Ejecutivo "solo lo avalado por ambas cámaras" con el fin de que pueda convertirse en ley.
La iniciativa, enviada por Calderón al Parlamento el pasado 1 de septiembre, primero fue debatida por los diputados, luego le tocó el turno al Senado, que la modificó, de nuevo pasó a estudio de la cámara baja y ahora ha retornado a los senadores.
De los ocho artículos modificados por el Senado, los diputados respaldaron hoy cuatro, modificaron dos y eliminaron los otros dos. El texto aprobado hoy representa el 95 por ciento de los artículos recogidos en el proyecto.
En la sesión plenaria de hoy, en la Cámara baja se impusieron los votos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y sus aliados de los partidos Verde Ecologista de México (PVEM) y de Nueva Alianza (Panal), los cuales argumentaron que la reforma aumentará la competitividad, fortalece la libertad sindical, abona la transparencia y apuntala la generación de empleos.
También votaron a favor del proyecto, en lo general, los diputados del gobernante Partido Acción Nacional (PAN).
Por su parte, los legisladores de izquierda rechazaron el dictamen por considerar que es "lesivo para los trabajadores" y afirmaron que es regresivo y viola los derechos de los empleados y solo beneficia a los dirigentes sindicales de la burocracia.
La mayoría de legisladores formada en torno al PRI rechazó también las impugnaciones en lo particular en contra de cuatro artículos cuestionados.
Calderón envió al Parlamento esta iniciativa para ser analizada y aprobada en un plazo de 60 días. Los diputados aprobaron la iniciativa con diversos cambios, entre estos la eliminación de artículos que exigían transparencia y democracia en los sindicatos.
El Senado aprobó la propuesta, aunque los senadores del conservador PAN y de la izquierda restituyeron los controvertidos artículos sobre la operación de los sindicatos, la mayoría de ellos firmes aliados del PRI, lo que obligó a retornar la iniciativa a la Cámara baja.
En estos artículos se incluyó la exigencia de que las elecciones de líderes sindicales sean libres, directas y secretas, y no como se hace actualmente, a puerta cerrada y a mano alzada, lo que permite a los dirigentes un férreo control de estas organizaciones gremiales.
El debate de la citada reforma, la más importante que se hace en varias décadas en la legislación laboral, se produce a falta de algo más de tres semanas de que Calderón traspase la Presidencia a Enrique Peña Nieto, el próximo 1 de diciembre. EFE
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