México, 6 dic (EFE).- Los senadores mexicanos del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del conservador Acción Nacional (PAN) siguen sin lograr hoy un consenso sobre el proyecto de reforma energética, aunque aseguran que hay avances importantes.
El presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Enrique Burgos, dijo que los legisladores continúan trabajando en la elaboración de un proyecto de dictamen en materia energética, "el cual tiene al momento avances muy significativos".
En conferencia de prensa, el político del PRI atribuyó el retraso en la presentación del documento a que están "surgiendo" temas y "aportaciones", sin precisar cuáles, pero aseguró que "habrá un proyecto formal para analizarse y discutirse para el próximo domingo".
Se esperaba que tres comisiones de la Cámara alta recibieran este viernes el proyecto de dictamen para comenzar su análisis a partir del domingo.
Las negociaciones, que se llevan a cabo a puerta cerrada, buscan consensuar un proyecto a partir de la iniciativa del Gobierno y las que presentaron diversos grupos políticos, que difieren en cuanto al nivel de apertura del sector energético a la iniciativa privada.
De estas negociaciones ha quedado marginado el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), que se opone a cambiar la Constitución para abrir el sector al sector privado.
En declaraciones a periodistas, el coordinador de los senadores del PAN, Jorge Luis Preciado, descartó que las conversaciones estén en un "impasse" y señaló que están dialogando para presentar el documento públicamente y terminar con las especulaciones.
En tanto, la senadora Dolores Padierna, del PRD, rechazó hoy que se legisle "al vapor" una reforma "de gran trascendencia para el futuro del país", por lo que su bancada insistirá en que se debata "con calma" en 2014 durante el próximo periodo de sesiones legislativas.
Ese partido presentó hoy un amparo ante un juez para detener el proceso legislativo en torno a la iniciativa energética hasta que se realice una consulta ciudadana sobre los cambios que propone el Gobierno a dos artículos de la Constitución para abrir el sector al capital privado.
La reforma energética, la más importante de las presentadas hasta ahora por el presidente Enrique Peña Nieto, debe ser aprobada con dos tercios de los votos porque implica modificaciones a la Carta Magna, que establece el monopolio estatal en la explotación del crudo y el gas.
La propuesta del Gobierno busca sumar a la empresa privada en áreas en las que no está interesada la empresa pública Petróleos Mexicanos (Pemex) a través de contratos de "utilidad compartida", reservándose el Estado la propiedad de los recursos.
El PAN, que estuvo en el poder entre 2000 y 2012, propone una apertura mayor, en toda la cadena de producción de hidrocarburos, mediante un "esquema de concesiones". EFE
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