Investing.com – Los precios del petróleo frenaron ganancias este lunes, la primera jornada de negociación de este año, tras haberse disparado anteriormente más de un 3%, pues los inversores seguían de cerca la creciente tensión entre Arabia Saudí e Irán.
Arabia Saudí anunció el domingo que ha cortado sus lazos diplomáticos con Irán. Esta decisión se anunciaba tras el asalto de este fin de semana a la embajada saudí de Teherán en respuesta a la ejecución de un destacado clérigo shiíta del reino.
En el New York Mercantile Exchange, el petróleo para entrega en febrero se situó en 37,34 USD por barril durante la mañana de la jornada de negociación en Europa, avanzando un 0,8% o 30 centavos. Anteriormente, se había disparado un 3,3% hasta registrar máximos de la sesión en 38,32 USD. Los precios cayeron el 21 de diciembre hasta situarse en 34,29 USD, su cota más baja desde febrero de 2009.
Por otra parte, en el ICE Futures Exchange de Londres, el petróleo Brent para entrega en febrero se negoció a 37,53 USD por barril, dejándose un 0,21% u 8 centavos.
Los futuros del Brent que se negocian en Londres habían avanzado un 3,2% al comienzo de la jornada. Los precios cerraron la jornada del 22 de diciembre retrocediendo hasta 35,98 USD, su cota más baja desde julio de 2004.
Mientras, el diferencial entre los contratos de Brent y crudo del West Texas Intermediate se situó en 19 centavos por barril, frente a los 24 centavos registrados al cierre del pasado jueves.
La producción global de petróleo está dejando atrás la demanda tras el boom de producción de petróleo de esquisto de Estados Unidos y después de que la OPEP decidiera el año pasado no frenar los niveles de producción para defender las cuotas de mercado.
El tema de la superabundancia se complicará aún más cuando Irán se reincorpore al mercado internacional de petróleo el año que viene en cuanto se levanten las sanciones impuestas por Occidente. Los analistas creen que el país podría incrementar rápidamente su producción en aproximadamente 500.000 barriles, contribuyendo a la superabundancia de petróleo que ha hecho desplomarse los precios.