LA HABANA, 28 ago (Reuters) - La guerrilla de las FARC respaldó el viernes al Gobierno de Venezuela por la crisis humanitaria desatada en la frontera con Colombia e instó a buscar caminos de reconciliación para frenar la tensión que enfrenta a las dos naciones.
El Gobierno del presidente Nicolás Maduro ordenó la semana pasada el cierre temporal de dos importantes pasos fronterizos con Colombia después de un enfrentamiento con contrabandistas que dejó gravemente heridos a dos militares venezolanos.
"Hay que respetar la soberanía de la República Bolivariana de Venezuela; hay que cesar la perfidia que significa trasplantar el paramilitarismo que tantas victimizaciones ha causado en Colombia", dijo el guerrillero Jesús Santrich, al leer un comunicado poco antes del inicio de una ronda de la negociación de paz con el Gobierno colombiano en La Habana.
"Venezuela es y seguirá siendo fundamental para la paz de Colombia", agregó.
Colombia ha denunciado que más de 1.000 de sus ciudadanos han sido deportado de Venezuela y que la mayoría fue víctima de atropellos. La masiva deportación desató una crisis humanitaria.
Caracas es, junto a Chile, una de las naciones acompañantes en el proceso de paz entre la guerrilla de las FARC y el Gobierno colombiano que transcurre en Cuba hace casi tres años.
Santrich pidió fortalecer las relaciones entre los dos países y dijo que lo más conveniente es buscar una solución a través del "diálogo constructivo y sincero" para normalizar la situación en la frontera.
"Como pueblos hermanos tenemos que unirnos (...) cerrándole espacios a la crispación de los ánimos y el guerrerismo (...) por encima de todos aquellos que quieren, mediante la guerra económica y todo tipo de conspiraciones, desestabilizar el gobierno legítimo del presidente Nicolás Maduro", señaló.
Caracas y Bogotá comparten una frontera terrestre de 2.219 kilómetros que facilita el paso sin mayores controles.
Las negociaciones en Cuba entre el Gobierno colombiano y las FARC intentan poner fin a una confrontación armada que ha dejado 220.000 muertos en el país sudamericano. (Reporte de Nelson Acosta)