Investing.com – Los mercados financieros mundiales siguen tratando de asimilar las últimas decisiones en materia de política monetaria adoptadas por la Reserva Federal (Fed) y por el Banco de Japón (BoJ).
La autoridad monetaria de Estados Unidos decidió en su encuentro del mes de septiembre mantener sin cambios los tipos de interés y dejó entrever que tal vez será diciembre la fecha adecuada para pasar a la acción… Siempre que el mercado laboral siga dando señales de mejora.
Asimismo, la entidad que preside Janet Yellen también ha reducido el número de subidas de tipos de interés que planea acometer en los próximos dos años, tal y como se refleja en el cuadro de previsiones a medio plazo publicado junto con el comunicado de decisiones adoptadas, al término de la reunión de dos días del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC).
Para lo que queda de ejercicio, el banco central estadounidense tiene programados dos nuevos encuentros para hablar de política monetaria: uno a primeros de noviembre y otro a mediados de diciembre.
El mercado espera que sea en la última reunión del año cuando la Fed de un paso al frente, tal y como hiciese en 2015. Además, la proximidad de la celebración de las elecciones presidenciales en EE.UU. con la cita de noviembre también hace pensar en que esa no será la fecha elegida.
En concreto, según el Barómetro de Tipos de la Fed de Investing.com, los inversores solo ven un 15% de probabilidades de presenciar un alza de tipos en la próxima reunión, frente al casi 60% que apuesta directamente por el mes de diciembre.
Además, la decisión de la Fed se produjo apenas unas horas después que el Banco de Japón anunciase que los tipos de referencia en el país del sol naciente permanecerán sin cambios en el -0,10%.
El banco central nipón anunció también que, en lo sucesivo, su política monetaria se centrará en controlar la curva de rentabilidad de su deuda soberana, poniendo especial atención en mantener el rendimiento de sus obligaciones a diez años cerca del 0%.
Los inversores, sin embargo, han visto con escepticismo el último movimiento del BoJ y dudan de su capacidad para generar inflación en la economía. La sensación que transmite la entidad es ahora mismo la de que al banco central se le están agotando las opciones y se está quedando sin medidas que adoptar para tratar de enderezar el rumbo de la economía.
Por el contrario, Yellen y la Fed siguen dominando la puesta en escena y dan la sensación de seguir controlando al mercado en lo que se refiere al manejo de los tiempos para las subidas de los tipos de interés.
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