En un reciente repunte, la libra esterlina alcanzó su nivel más alto en un año, superando la marca de 1,30 dólares por primera vez desde julio del año anterior. La subida se atribuye a que los inversores buscan mayores rendimientos a medida que los tipos de interés mundiales empiezan a bajar. Aun así, los estrategas creen que el Reino Unido tendrá que hacer algo más que mantener altos los tipos de interés para mantener el impulso de la libra.
Los datos de inflación publicados el miércoles revelaron que la inflación británica es más persistente de lo previsto, lo que ha llevado a los operadores a reducir sus expectativas de un recorte de tipos en agosto por parte del Banco de Inglaterra. Este cambio en el sentimiento ha proporcionado un apoyo significativo a la libra.
La subida de la libra se ha visto reforzada por un nuevo Gobierno que se percibe como portador de estabilidad tras años de políticas imprevisibles y volatilidad en los mercados. Además, se han revisado al alza las previsiones de crecimiento económico del Reino Unido. El Fondo Monetario Internacional aumentó su estimación de crecimiento de la economía británica al 0,7% para este año, frente a la previsión anterior del 0,5% realizada en abril.
La creencia de que los tipos de interés británicos bajarán más lentamente que los de otras regiones ha sido fundamental para la reciente fortaleza de la libra. Aunque muchos de los principales bancos centrales han iniciado recortes de tipos, el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal de EE.UU. son de los pocos que aún no lo han hecho, aunque las expectativas de reducción de tipos en EE.UU. empiezan a consolidarse para septiembre.
El miércoles, el Rey Carlos esbozó los planes de reactivación económica del Primer Ministro Keir Starmer, haciendo hincapié en nuevos proyectos de vivienda e infraestructuras.
El euro se ha debilitado frente a la libra esterlina, cayendo un 0,1% hasta los 83,93 peniques, marcando un mínimo de dos años. La libra también ha registrado una subida del 2,3% frente al dólar este año, a la cabeza de las principales divisas, mientras que el euro sigue bajando un 1%.
La libra ha recuperado ya todas sus pérdidas desde el referéndum sobre el Brexit de finales de junio de 2016, en términos ponderados por el comercio.
La situación fiscal del Reino Unido sigue siendo preocupante, ya que se prevé que la deuda pública supere el 100% del PIB, lo que limita la capacidad del Gobierno para aumentar los impuestos o reducir el gasto.
Los acontecimientos políticos, como el intento de asesinato del candidato republicano estadounidense Donald Trump y las dudas sobre la capacidad del presidente Joe Biden para continuar en el cargo, han contribuido a la incertidumbre de los mercados mundiales.
A medida que el Banco de Inglaterra se prepara para su reunión del 1 de agosto, la probabilidad de un recorte de tipos ha disminuido, con los operadores asignando menos de un 40% de probabilidad, frente a alrededor del 50% el día anterior.
Se espera que los tipos de interés del Reino Unido terminen el año en torno al 4,75%, por debajo del 5,25%, por encima de los tipos previstos para Estados Unidos y la eurozona.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.