Investing.com – No espere que el reciente rebote del dólar frente al euro dure.
En todo caso, acontecimientos recientes pueden ejercer nueva presión sobre la divisa estadounidense, que ya tiene una serie de fuerzas en contra.
En primer lugar, la decisión del BCE de eliminar de su discurso la relajación monetaria se sumó a las expectativas de que el programa de compra de activos acabaría a finales de año.
Entretanto, la posibilidad de una guerra comercial después de la decisión de Donald Trump de imponer aranceles al aluminio y al acero podría actuar como un lastre sobre el billete verde.
El dólar ya estaba sufriendo de las preocupaciones acerca de que las políticas fiscales de la Administración Trump amplíen los déficits presupuestario y por cuenta corriente, conocidos como los déficits gemelos.
Además, la ralentización de las entradas de capital en Estados Unidos muestra que el dólar se ha vuelto menos atractivo y un exceso de nueva deuda del Tesoro podría empeorar la situación.
Finalmente, existe la percepción creciente de que la Administración Trump quiere un dólar más débil para impulsar las exportaciones estadounidenses, pese a que sus declaraciones públicas dicen lo contrario.
El dólar perdió más del 10% frente al euro en 2017 y los bajistas ven al menos otra caída del 5% este año.