(Actualización de la nota con detalles a lo largo de la historia).
Infosel, agosto. 3.- Los fantasmas que rodeaban al euro a principios de año con la posibilidad de que cotizara por debajo de la paridad frente el dólar en el primer semestre del año han desaparecido, pues al día de hoy opera cerca de las 1.19 unidades, el nivel más fuerte en dos años y medio.
A principios de 2017 los analistas auguraban un mal año para la moneda única, pues vislumbraban un par de eventos que podrían afectar negativamente, particularmente la posibilidad de que Francia, la segunda mayor economía en la zona euro, decidiera salirse de la Unión Europea como en su momento lo hizo Reino Unido.
Ocho meses después el euro se posiciona con el mejor desempeño entre las demás monedas de los países desarrollados, al registrar un avance en alrededor de 13%, el más alto desde 2003. A su vez, la visión de los analistas es mucho más optimista ya que prevén que termine el año por encima del 1.20 por dólar.
La fortaleza de la moneda única está fundamentada en la mejora que han mostrado los recientes indicadores económicos y en la expectativa de que el Banco Central Europeo (BCE) dentro de poco anuncie la reducción de sus compras mensuales de bonos.
"El mercado apuesta que el ciclo económico europeo está con mayor vigor, contrario a las expectativas a la baja en Estados Unidos por la falta de política del presidente Donald Trump", dijo David Franco, economista en jefe de Scotiabank, en un entrevista telefónica.
De hecho, el pasado martes la Oficina Europea de Estadística, mejor conocida como Eurostat, informó que en datos preliminares la economía de la eurozona se expandió 0.6% en el segundo trimestre del año respecto al primero, en línea con lo esperado por el mercado, con lo que ligó 17 trimestres consecutivos en terreno positivo.
Incluso, en el crecimiento acumulado del año, al cierre del segundo trimestre fue de 1.7%, casi el avance promedio registrado en 2016.
Algunos analistas han considerado que la apreciación del euro dependerá no solo de cuánto más dure la divergencia con el desempeño económico de Estados Unidos, sino también de los planes de normalización de las medidas ultra laxas de política monetaria del Banco Central Europeo.
A finales de junio en una reunión de banqueros centrales en Portugal, Mario Draghi, presidente del BCE, dijo que algunos riesgos para la inflación se han desvanecido, por lo que el mercado interpretó que tenía intenciones de comenzar a cerrar la llave de la liquidez, lo que hizo que el euro pasara de 1.11 a 1.14 unidades en tan sólo unos días.
No obstante, Draghi dijo poco después que el mercado malinterpretó sus declaraciones para calmar la apreciación de la moneda, pues dijo que "la amenaza de la deflación se ha ido, pero las fuerzas que la reactivan están en juego". Sin embargo, a partir de la reunión en Portugal el euro entró en un canal alcista que hoy lo situó al cierre de las operaciones en 1.1878 por dólar.
Draghi trató de frenar la fortaleza de la divisa ya que un euro más caro podría incluso jugar en contra de las expectativas de inflación del banco central y afectar a las empresas europeas, ya que complica la competitividad de las firmas exportadoras, pues hacen que sus productos sean más caros en el mercado global.
"Entre más se aprecie el euro, será un problema para el banco central porque no genera inflación", dijo Franco de Santander (MC:SAN). "Un movimiento del tipo de cambio es deflacionario y le costará más trabajo al BCE aplicar una salida de estímulos".
Para Franco, existe un riesgo en el mercado si el euro llega a cerrar el año entre 1.22-1.23 unidades frente al dólar. Mientras que Juan Carlos Alderete, subdirector de estrategia y tipo de cambio de Banorte (MX:GFNORTEO) Ixe, considera que el espacio para que siga apreciándose con fuerza es relativamente poco, por lo que ha considerado que para el cierre del último trimestre del año podría situarse en torno a los 1.20 dólares por euro.
Lo cierto es que la economía de la Unión Europea ha estado sorprendiendo al alza. Por varios meses diversas cifras económicas se han mantenido con un sesgo positivo. Sin embargo, las preocupaciones de algunos analistas previenen sobre el hecho de que la inflación sigue contenida, por lo que el Banco Central Europeo (BCE) ha tenido que mantener una postura relativamente acomodaticia.
Para Juan Carlos Alderete, subdirector de estrategia y tipo de cambio de Banorte Ixe, ello ha sido positivo para los mercados globales, sobre todo para los accionarios, lo que ha terminado por darle apoyo al euro, especialmente, en un contexto en el que se ha observado que se está comenzando a formar una prima de descuento en el valor del dólar respecto al euro.
"Esta prima se da considerando el diferencial de tasas de interés en Estados Unidos y el hecho de que la nueva administración no ha podido impulsar las promesas hechas en campaña", dijo Alderete en una entrevista telefónica. "Eso ha debilitado al dólar y apoyado al euro".
Infosel, agosto. 3.- Los fantasmas que rodeaban al euro a principios de año con la posibilidad de que cotizara por debajo de la paridad frente el dólar en el primer semestre del año han desaparecido, pues al día de hoy opera cerca de las 1.19 unidades, el nivel más fuerte en dos años y medio.
A principios de 2017 los analistas auguraban un mal año para la moneda única, pues vislumbraban un par de eventos que podrían afectar negativamente, particularmente la posibilidad de que Francia, la segunda mayor economía en la zona euro, decidiera salirse de la Unión Europea como en su momento lo hizo Reino Unido.
Ocho meses después el euro se posiciona con el mejor desempeño entre las demás monedas de los países desarrollados, al registrar un avance en alrededor de 13%, el más alto desde 2003. A su vez, la visión de los analistas es mucho más optimista ya que prevén que termine el año por encima del 1.20 por dólar.
La fortaleza de la moneda única está fundamentada en la mejora que han mostrado los recientes indicadores económicos y en la expectativa de que el Banco Central Europeo (BCE) dentro de poco anuncie la reducción de sus compras mensuales de bonos.
"El mercado apuesta que el ciclo económico europeo está con mayor vigor, contrario a las expectativas a la baja en Estados Unidos por la falta de política del presidente Donald Trump", dijo David Franco, economista en jefe de Scotiabank, en un entrevista telefónica.
De hecho, el pasado martes la Oficina Europea de Estadística, mejor conocida como Eurostat, informó que en datos preliminares la economía de la eurozona se expandió 0.6% en el segundo trimestre del año respecto al primero, en línea con lo esperado por el mercado, con lo que ligó 17 trimestres consecutivos en terreno positivo.
Incluso, en el crecimiento acumulado del año, al cierre del segundo trimestre fue de 1.7%, casi el avance promedio registrado en 2016.
Algunos analistas han considerado que la apreciación del euro dependerá no solo de cuánto más dure la divergencia con el desempeño económico de Estados Unidos, sino también de los planes de normalización de las medidas ultra laxas de política monetaria del Banco Central Europeo.
A finales de junio en una reunión de banqueros centrales en Portugal, Mario Draghi, presidente del BCE, dijo que algunos riesgos para la inflación se han desvanecido, por lo que el mercado interpretó que tenía intenciones de comenzar a cerrar la llave de la liquidez, lo que hizo que el euro pasara de 1.11 a 1.14 unidades en tan sólo unos días.
No obstante, Draghi dijo poco después que el mercado malinterpretó sus declaraciones para calmar la apreciación de la moneda, pues dijo que "la amenaza de la deflación se ha ido, pero las fuerzas que la reactivan están en juego". Sin embargo, a partir de la reunión en Portugal el euro entró en un canal alcista que hoy lo situó al cierre de las operaciones en 1.1878 por dólar.
Draghi trató de frenar la fortaleza de la divisa ya que un euro más caro podría incluso jugar en contra de las expectativas de inflación del banco central y afectar a las empresas europeas, ya que complica la competitividad de las firmas exportadoras, pues hacen que sus productos sean más caros en el mercado global.
"Entre más se aprecie el euro, será un problema para el banco central porque no genera inflación", dijo Franco de Santander (MC:SAN). "Un movimiento del tipo de cambio es deflacionario y le costará más trabajo al BCE aplicar una salida de estímulos".
Para Franco, existe un riesgo en el mercado si el euro llega a cerrar el año entre 1.22-1.23 unidades frente al dólar. Mientras que Juan Carlos Alderete, subdirector de estrategia y tipo de cambio de Banorte (MX:GFNORTEO) Ixe, considera que el espacio para que siga apreciándose con fuerza es relativamente poco, por lo que ha considerado que para el cierre del último trimestre del año podría situarse en torno a los 1.20 dólares por euro.
Lo cierto es que la economía de la Unión Europea ha estado sorprendiendo al alza. Por varios meses diversas cifras económicas se han mantenido con un sesgo positivo. Sin embargo, las preocupaciones de algunos analistas previenen sobre el hecho de que la inflación sigue contenida, por lo que el Banco Central Europeo (BCE) ha tenido que mantener una postura relativamente acomodaticia.
Para Juan Carlos Alderete, subdirector de estrategia y tipo de cambio de Banorte Ixe, ello ha sido positivo para los mercados globales, sobre todo para los accionarios, lo que ha terminado por darle apoyo al euro, especialmente, en un contexto en el que se ha observado que se está comenzando a formar una prima de descuento en el valor del dólar respecto al euro.
"Esta prima se da considerando el diferencial de tasas de interés en Estados Unidos y el hecho de que la nueva administración no ha podido impulsar las promesas hechas en campaña", dijo Alderete en una entrevista telefónica. "Eso ha debilitado al dólar y apoyado al euro".